Corea berlanguiana
Si no fuera porque cada cierto tiempo hay informes que alertan del potencial militar de Corea del Norte y de su peligro, fotos como la de Kim Jong-un en el submarino más parecerían de una película de rechifla que de un tipo con capacidad para desestabilizar una zona del mundo.
Si no fuera porque cada cierto tiempo hay informes que alertan del potencial militar de Corea del Norte y de su peligro, fotos como la de Kim Jong-un en el submarino más parecerían de una película de rechifla que de un tipo con capacidad para desestabilizar una zona del mundo.
Si no fuera porque cada cierto tiempo hay informes que alertan del potencial militar de Corea del Norte y de su peligro, fotos como la de Kim Jong-un en el submarino más parecerían de una película de rechifla que de un tipo con capacidad para desestabilizar una zona del mundo.
Reconozcamos que el aspecto del que llaman “líder supremo” obedece más a la estética de una comedia del absurdo que a la de quien puede tensar la cuerda de la paz mundial. A nadie nos extrañaría ver en el lugar que ocupan los dos militares que le acompañan a un duo humorístico con Tip a su lado y Coll al fondo o con Millán Salcedo en lugar de Tip y Josema Yuste donde Coll, así como que el espacio del sátrapa lo ocupara Faemino repitiendo “tengo más colesterol que tú cien veces”. En ese sketch, descubriríamos que las gorras que visten son antenas parabólicas camufladas y que el cable por el que habla el que se toca la gorra conecta directamente con la oreja de alguien que está algún metro más abajo.
Reconozco que esto son cosas mías, propias de una mente alterada que convierte las fotos en extrañas visiones. Pero así, entre nosotros, resulta bastante impropio que el líder supremo de semejante potencia militar se suba en ese submarino con pinta de atracción de feria. Fijaos si no en las manchas de pintura verde de los tubos de acero, en los restos de cuerdecilla que se ven en uno de ellos o en el óxido que rodea la escotilla por la que emerge Kim Jong-un, a quien no han encontrado gorra que pueda albergar semejante peinado. La “prensa libre” de Corea del Norte informó de que Jong-un “indicó al capitán el trayecto del submarino y le enseñó un buen método de navegación”, lo que abona mi teoría de la película de rechifla.
Nos mondaríamos de la risa viendo la foto de esta Corea berlanguiama si no fuera porque detrás del esperpento hay una población clasificada en función de su adhesión al régimen, hambrunas, torturas, ejecuciones y armas nucleares. Cuando uno lo sabe, la risa se torna en mueca de espanto.
