Abre los ojos, mira!
No hay peor ciego que el que no quiere ver, con lo que parece claro que no creemos lo que vemos sino que vemos lo que creemos. Es tan frecuente este hecho que incluso nuestras creencias influyen en la realidad y son capaces de transformarla.
No hay peor ciego que el que no quiere ver, con lo que parece claro que no creemos lo que vemos sino que vemos lo que creemos. Es tan frecuente este hecho que incluso nuestras creencias influyen en la realidad y son capaces de transformarla.
Nicolás Maquiavelo decía que «pocos ven lo que somos pero todos ven lo que aparentamos». Algunas personas, sin embargo, ni siquiera son capaces de ver la apariencia. Ya lo decía tan oportunamente Saint Exupery: «No se ve bien sino con el corazón» y tantas veces nos ciegan nuestros prejuicios y creencias…
En esta foto, 80 años después, Hessy Tafta muestra una foto de un bebé judío al que los nazi exhibieron en una revista como el bebé ario perfecto. Y no es que alguien la colara para engañar a propósito. Es que el mismo Goebbels, ministro del Hitler, la había elegido personalmente. Está claro que el bebé ario perfecto no existe.
En nuestra sociedad occidental, creo que nadie comprendería hoy esa creencia de la perfección de la raza aria. Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver, con lo que parece claro que no creemos lo que vemos sino que vemos lo que creemos. Es tan frecuente este hecho que incluso nuestras creencias influyen en la realidad y son capaces de transformarla. Es lo que algunos llaman el ‘efecto pigmalión’. Tan importante, que si creyésemos más positivamente en las personas y talentos que tenemos, seríamos capaces de cosas increíbles. Pero nos han dicho tantas veces que no, que nos pasa como a aquel águila que se creyó incapaz de volar o aquel cisne que vivió como gallina por creerse un ave de corral.
Y con todo, sólo es cuestión de saber mirar. Nos perdemos tantas maravillas asombrosas por no vivir con los ojos limpios y nuevos… que al final acabamos creyendo que no encontraremos trabajo porque todo el mundo dice que la cosa está mal, que no saldremos de la situación que estamos viviendo, que todo el mundo es igual, que la vida es una asquerosa rutina… etc. ¿No será que nos está fallando la mirada? Apenas nos dignaríamos a mirar al arco iris si éste permaneciese mucho tiempo en el horizonte… «Allí está el fastuoso escenario de la vida para los que saben mirar un poco» (Doménico Cieri Estrada).