Papá Wouzee
Cuando era pequeño, hace muchos años ya, vi una película en la que quemaban miles de libros ya que su lectura no podía hacer feliz a nadie Seguro que habrían sido sustituidos por ordenadores. Esa película, Fahrenheit 451, me marcó. No podía imaginar una vida sin los libros, no siendo yo precisamente Cervantes ni un lector compulsivo.
Cuando era pequeño, hace muchos años ya, vi una película en la que quemaban miles de libros ya que su lectura no podía hacer feliz a nadie Seguro que habrían sido sustituidos por ordenadores. Esa película, Fahrenheit 451, me marcó. No podía imaginar una vida sin los libros, no siendo yo precisamente Cervantes ni un lector compulsivo.
Cuando era pequeño, hace muchos años ya, vi una película en la que quemaban miles de libros ya que su lectura no podía hacer feliz a nadie… Seguro que habrían sido sustituidos por ordenadores. Esa película, Fahrenheit 451, me marcó. No podía imaginar una vida sin los libros, no siendo yo precisamente Cervantes ni un lector compulsivo. Hoy, cuarenta años después de verla, resulta que es cierto, cada vez hay menos ejemplares y no porque los hayan quemado; todo se andará. Es mucho más cómodo llevarlos en tu ipad o en cualquier lector electrónico. La tecnología nos está desbordando, al menos a parte de mi generación. Qué decir a los mas mayores…
Una cosa está clara: o te adaptas o desapareces. Para estos niños a los que se refiere la fotografía, el uso del teléfono inteligente es un rasgo más de su personalidad y su forma de relacionarse. Sin móvil no hay vida, no hay amigos, no hay información, no hay trabajo, no hay estudios, no hay felicidad… No hay, simplemente.
Ya son más los jóvenes quinceañeros con móvil que los que están viviendo con su padre. No se alarmen, es la vida del siglo XXI. Pero las formas de estar presentes son muchas y nuevas también. No hace falta que tu padre esté en tu obra de fin de curso, no necesita que le cuentes con detalle el color del agua de la playa, no hace falta que le lleves el día de su cumpleaños una tarjeta con un gatito tonto. Te descargas wouzee, app gratuita, y emites en directo para él estés donde estés. Desde tu teléfono y con total autonomía. Tu decides cuándo, cuánto y qué. Para tu padre, para tus amigos, para tus compañeros. Y para tu madre también, si es que decides abandonarla a ella en beneficio de tu amor por el smartphone.
Cuando se anuncia que en 2018 el tráfico en horas punta alcanzará los 1,0 Petabits por segundo (Pbps), equivalente a 335 millones de personas transmitiendo vía streaming un vídeo en alta definición (HD) continuamente, os anunciamos que ha nacido para todos un nuevo padre: papá wouzee. Con él, con ella, vendrá la felicidad que los libros de Fahrenheit 451 no podían ofrecer a sus lectores. ¿Se lo imaginan?
