Globalizando La Tomatina, ¡qué bien!
Terminamos por comprender que en unos años viviríamos en un mundo con fronteras más difusas y un flujo de información en todas direcciones que sería extraordinario para nuestra evolución. Y algo de razón hay ahí algo.
Terminamos por comprender que en unos años viviríamos en un mundo con fronteras más difusas y un flujo de información en todas direcciones que sería extraordinario para nuestra evolución. Y algo de razón hay ahí algo.
La marca España está que se sale. Hace 15 años, cuando estudiaba secundaria, dedicamos largas horas de clase a la explicación del concepto “globalización”. Internet acababa de llamar a las puertas de casa y tratar de imaginar lo que eso significaría para nuestro devenir era algo complicado. Terminamos por comprender que en unos años viviríamos en un mundo con fronteras más difusas y un flujo de información en todas direcciones que sería extraordinario para nuestra evolución. Y algo de razón hay ahí…algo.
La Tomatina ya se celebra en Illinois mientras que Chicago es escenario de encierros tipo San Fermín. Efectos de la globalización, claro. Lo que nadie me dijo en la escuela es que mientras mi país viviría sumido en una crisis económica que obligaría a los más afortunados a salir de él para buscarse la vida, los españoles nos sentiríamos orgullosos de que en la otra punta del mundo nos copiaran algunas festividades significativas.
Cualquier niño a quien se le explicara que personas se lanzan 130.000 kilos de tomate entre sí por diversión a la vez que miles de ciudadanos de ese mismo país revuelven los contenedores en busca de alimento, abriría los ojos como platos. La ecuación no se comprende, pero sólo la inocencia del niño justifica esa reflexión. El adulto sería un demagogo.
El texto no es contra Buñol, yo me quejo de cómo nos desvían la atención. Que a estas alturas nos tenga que alegrar que La Tomatina se celebre en EUA me parece de risa. Y vergonzoso. ¿Y qué pensarán de nosotros fuera? Pues que somos un país de broma donde pasarlo bien a precio de saldo. Esa es la marca España que cala de verdad, no nos engañemos. Pero oye, los americanos nos han copiado la Tomatina y los San Fermines, ¿salimos a celebrarlo?