Simplemente, Alex
Alma noble hasta el exceso la de Alex, que se dejaba la piel en el teatro con la compañía Karraka y que no dudaba en seguir haciendo cortos y echar una mano a esos chavales que estaban empezando.
Alma noble hasta el exceso la de Alex, que se dejaba la piel en el teatro con la compañía Karraka y que no dudaba en seguir haciendo cortos y echar una mano a esos chavales que estaban empezando.
El hombre de mirada risueña que no quería llamar la atención por nada que no fuera su trabajo y al que, precisamente por éste, le resultaba imposible pasar desapercibido.
Se definía como un gran tímido pero no había amistad que se le resistiera, quizá era su sonrisa perenne lo que le otorgaba ese don de gentes, el caso es que allá donde fuera siempre era querido. Tal vez fuera por el respeto que mostraba por todas las personas de un rodaje, por ejemplo, desde la ‘estrella’ hasta el atrezzista becario que acababa de llegar. Él bien sabía que todos eran igual de importantes.
Mal llamado actor secundario, cuando hacía su aparición en escena era imposible olvidarle. ¿Quién podría conducir aquel autobús en el que daba a luz Penélope Cruz si no fuera él? «Carne Trémula», «El día de la bestia», «El laberinto del fauno»… O el inolvidable Blas, de la serie «Periodistas».
Alma noble hasta el exceso la de Alex, que se dejaba la piel en el teatro con la compañía Karraka y que no dudaba en seguir haciendo cortos y echar una mano a esos chavales que estaban empezando.
Decía Terele Pávez, recordándole en la Cadena Ser, que Alex «se comportaba como una persona pequeña siendo un grande».
Nos duele perder tu talento, tu forma de ser, nos duele perder a alguien como tu, con esa vida que parecía se te hacía corta.
Con el corazón encogido te decimos adiós querido Alejandro Angulo, o como tu preferirías que te llamaran: simplemente, Álex.