¿Ataque de bandera falsa?

Los conspiranoicos se preguntan si este derribo de un avión malayo tendrá algo que ver con aquel otro avión, también malayo, desaparecido hace meses en el Océano Índico.

La viceportavoz del gobierno Obama, Marie Harf, hizo uno de los mayores ridículos que se recuerdan cuando tuvo que admitir, ante las incesantes cuestiones del periodista de AP Matt Lee, que la única prueba con la que contaban sobre la implicación de los prorrusos en el derribo del avión malayo era un vídeo aparecido en Youtube en el que varios milicianos, supuestamente, reconocían esa acción.

El problema es que ese vídeo se subió a la Red un día antes del derribo, por lo que es una “prueba prefabricada” para echarle la culpa a los rusos.

Un día después de la rueda de prensa, militares norteamericanos reconocían a la agencia AP que “no cuentan con evidencias de la intervención rusa en el derribo del avión malayo” aunque creen que “el responsable fue un misil lanzado por error por los separatistas”; dicen no tener pruebas cuando sus satélites han debido registrar “sí o sí” esa interceptación.

Frente a tanta indefinición, los rusos han entregado diligentemente las cajas negras a las autoridades malayas y han mostrado evidencias fotográficas de que el avión derribado era seguido por un caza ucranio y que la batería de misiles Buk del gobierno ucranio que con toda probabilidad disparó contra la aeronave había sido desplazada al área en esas fechas.

Por la red circula un vídeo en el que se ven los pasaportes intactos de algunos pasajeros en medio de la devastación, lo que unido a la afirmación de un oficial ruso de que algunos cadáveres estaban congelados ha hecho que los conspiranoicos se pregunten si este derribo de un avión malayo tendrá algo que ver con aquel otro avión, también malayo, desaparecido hace meses en el Océano Índico.

La citada viceportavoz del gobierno Obama afirmaba la culpabilidad de las milicias prorrusas “porque no hay otra explicación”, pero la hipótesis del ataque de bandera falsa o ataque provocado para echar la culpa al ponente (Rusia) y así generar una causa de guerra, hoy día gana cada vez más apoyos.