Galác-tico
El chaval que llega lo hace pisando fuerte y con unos credenciales en el Mundial de Brasil que son inversamente proporcionales a los de Casillas. Acaba un debate y empieza otro.
El chaval que llega lo hace pisando fuerte y con unos credenciales en el Mundial de Brasil que son inversamente proporcionales a los de Casillas. Acaba un debate y empieza otro.
Florentino Pérez ha deshojado la margarita y ya tiene un nuevo cancerbero en nómina, el tico Keylor Navas, una de las perlas del último Mundial. Desde que Mourinho decidió disparar en el centro de la línea de flotación merengue y dejar a Casillas en el banquillo, la portería del Real Madrid ha sido un sinvivir. ¿Quién se acuerda, por ejemplo, de aquel chaval llamado Adán al que el técnico portugués utilizó para sentar a Iker? Le usó para acabar fichando a Diego López y poner más presión aún sobre Casillas. El duelo siguió entre líneas, con filtraciones de uno y otro y mucha ropa tendida en aquel vestuario. Hasta hoy. Porque la llegada de Navas empuja a uno de sus compañeros hacia la puerta, pero la de salida. Y el elegido es el que sale más barato a la hora de finiquitarlo y ese es Diego. Mientras, Keylor debe asumir que él es el tico y Casillas, el galáctico. Ese gentilicio cariñoso y coloquial es la paradójica frontera silábica que separa a Navas de la titularidad. Porque aunque el nivel de Iker siga estando bajo mínimos -su actuación el sábado ante el ManU rozó el ridículo- Ancelotti le confirmó hace unos días que estará bajo los palos en la próxima Supercopa. Pero el chaval que llega lo hace pisando fuerte y con unos credenciales en el Mundial de Brasil que son inversamente proporcionales a los de Casillas. Acaba un debate y empieza otro. Porque Keylor, apodado el halcón de Costa Rica por sus excelentes reflejos, ha puesto su ojo sobre la portería blanca y va a por ella.