Selfigurar
Puede que la única lealtad de verano sea la selfidelidad, que es ese obviar todo cuanto monumento haya alrededor. Afanado en posar, al final recuerda el turista lo que retrata, no lo que ve.
Puede que la única lealtad de verano sea la selfidelidad, que es ese obviar todo cuanto monumento haya alrededor. Afanado en posar, al final recuerda el turista lo que retrata, no lo que ve.
En «Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer», Foster Wallace habla del fastidio que entraña la presencia de una cámara, obligando a sonreír fuera de contexto. El selfie, que no es autorretrato sino egorretrato, elimina la incomodidad porque es un sonreírnos a nosotros mismos, gustándonos, aunque se adquiera cierto aire a Nemo, instalados en el no pudor, salvo cuando hay teta por medio, que entonces es un no puedorrr. ¡Ah, si el amor propio nos llevara a encerrarnos en un torreón como a Montaigne!
No se le ocurría a Camus muerte más idiota que en accidente de tráfico. La hay. Morir de selfie, ¡de selfilis! El selfie o la vida. Lo bueno —ya lo dijo Carlos Edmundo de Ory— es que no hay cadáver idiota. Cualquier día se nos va alguien metiendo tripa, deceso obregonesco, pues no parece que esta moda vaya a agotarse llevada al extremo. Selfigurar es adictivo: aparentar que se es bello a filtrazo, que se es espontáneo luego de media hora buscando lado bueno, como aprendices de Julio Iglesias, poniendo morros como los de esas señoras que pagan dos y se llevan cuatro. Nos fotografiamos no tanto para ser vistos como para que los demás hablen, que es también para lo que hablamos. Y ahí estamos, esperando el comentario que no llega con la misma ansiedad que un Predictor. ¿Y la libertad que da no ser piropeados? Pregúntenle a Carmen de Mairena, siempre con el moño dispuesto.
Eso sí, puede que la única lealtad de verano sea la selfidelidad, que es ese obviar todo cuanto monumento haya alrededor. Afanado en posar, al final recuerda el turista lo que retrata, no lo que ve, pero ya dijo Unamuno que la verdad es para quien mejor sepa crearla. No sé a qué esperan las Femen para gritar selfie es sagrado.