Cartas marcadas

Difícil es encontrar en la centenaria historia del Real Madrid un caso como el de Diego. Sin comerlo, ni beberlo, regresa al club por la lesión de un compañero, se ve inmerso en una guerra de la que él siempre ha intentado aislarse

Pase lo que pase en los próximos días, se quede o se marche del Real Madrid, hay que algo que ya nadie le puede quitar a Diego López: triunfar en el equipo con el que había soñado desde que tiene uso de razón. Con todo en contra, con la presión de sustituir a un mito y la espada de Damocles de saber que eran muchos los que estaban esperando un mínimo fallo para echarse encima, el lucense ha sabido sobreponerse a todo y a todos.

Difícil es encontrar en la centenaria historia del Real Madrid un caso como el de Diego. Sin comerlo, ni beberlo, al fin y a la postre, él regresa al club por la lesión de un compañero, se ve inmerso en una guerra de la que él siempre ha intentado aislarse y a fe que lo ha conseguido. Solo así se explica que con tantos y tantos esperando el más mínimo fallo para echarse encima, el único error grave que le achacan los defensores de la verdad es el gol de Gabi en el Vicente Calderón. Escasa munición para atacar a un portero que desde su regreso al equipo blanco ha disputado cerca del medio centenar de partidos.

Llegados hasta aqui y tras la decisión del club de fichar a Keylor Navas, el panorama no parece el mejor para que Diego Lopez se haga con la titularidad en esta temporada. Luchará como siempre lo ha hecho primero por quedarse y después por ganarse un puesto pero lo va a tener complicado. Me da que no está en igualdad de condiciones porque las cartas están marcadas. De momento como dijo Ancelotti en la supercopa juega Iker. Después…»chi lo sa».