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Lo contrario a una funeraria

Disfruten de sus fiestas, convivan con sus amigos y conocidos para que el mes de hecatombeon (julio/agosto) ayude a cargar las pilas para afrontar un nuevo año laboral y el curso escolar que está a la vuelta de la esquina.

Opinión

Disfruten de sus fiestas, convivan con sus amigos y conocidos para que el mes de hecatombeon (julio/agosto) ayude a cargar las pilas para afrontar un nuevo año laboral y el curso escolar que está a la vuelta de la esquina.

Tengo el placer de tener un trabajo que está casado con el verano y con las fiestas. Por poner un ejemplo, en Andalucía hay unos ochocientos pueblos, de los que al menos seiscientos celebran sus fiestas entre mayo y septiembre, siendo el mes de agosto, ciertamente como indica esta simpática foto de The objetive, el mes más cargado de celebraciones populares. En todas he estado. Y les aseguro que pocas cosas deben ser más gozosas que esos momentos en que alguien te viene a felicitar por los buenos ratos que le has hecho pasar en un concierto, y con los ojos vidriosos y una inmensa sonrisa en la boca te invitan a seguir pasándolo bien e sus fiestas, donde solo cabe comer, beber, reír y bailar.

Hace poco, en una entrevista, me preguntaba el periodista que es lo que se sentía cuando eres el protagonista, el front man, el que lleva la batuta o como rayos quiera que se llame el que lleva el cotarro, en un momento dado, en una fiesta. Se me vino a la cabeza algo que pensé un día a la vuelta de uno de los vibrantes e intensos conciertos que vengo dando con mi grupo este verano, donde el personal descarga todos sus malos rollos, dando paso a la alegría, al disfrute y, si es posible el olvido de sus problemas mas cotidianos. Mi respuesta fue: -“es todo lo contrario a tener una funeraria”-. Y perdonen mi humor negro, pero realmente es lo que sentí.

Así que disfruten de sus fiestas, convivan con sus amigos y conocidos para que el mes de hecatombeon (julio/agosto) ayude a cargar las pilas para afrontar un nuevo año laboral y el curso escolar que está a la vuelta de la esquina.