Un soñador para una especie
La escritora norteamericana Joanna Macy dijo que: el gran cambio, el movimiento social más grande en la historia, se crea por millones de personas que hacen su propia elección individual de actuar al servicio de la vida en la Tierra.
La escritora norteamericana Joanna Macy dijo que: el gran cambio, el movimiento social más grande en la historia, se crea por millones de personas que hacen su propia elección individual de actuar al servicio de la vida en la Tierra.
La escritora norteamericana Joanna Macy dijo que: “el gran cambio, el movimiento social más grande en la historia, se crea por millones de personas que hacen su propia elección individual de actuar al servicio de la vida en la Tierra”. Cuando leí esta frase me vino a la cabeza la entrevista que Jordi Évole le hizo al entonces presidente de Uruguay, José Mujica, en Salvados.
Hablaba Mujica de los discursos vacíos y repetitivos de algunos líderes, declaraciones del estilo “hay que hacer crecer a la economía, reducir el paro, hay que hacer reformas que nos permitan ser más competitivos…” Habló de un gran cambio de paradigma. “Se está construyendo una civilización que va más allá de las fronteras nacionales y tradicionales”.
Resulta ilógico seguir hablando de disputas culturales o religiosas y de herencias de antiguos sistemas para enmascarar el verdadero origen de los conflictos de hoy: gas, petróleo, energía barata, autonomía, competitividad… Estas son las palabras mágicas que mueven nuestras montañas.
Construimos artilugios cuya obsolescencia está programada para sustituirlos al cabo de cuatro días (a eso le llamamos innovación). Hemos desarrollado mecanismos para la anestesia y la hipnosis colectiva. No vemos más allá, no nos importa, no va con nosotros o se nos pasa rápido. Hemos recibido una educación de carácter nacional, no global. Apostar por un consumo sano y responsable, por rebajar nuestro tren de vida y aceptar que tenemos más de lo que necesitamos es casi un tabú. Creer en un mundo equilibrado en el que cabemos y ganamos todos parece utópico.
Necesitamos entender “que los pobres de África no son de África, son de nuestra humanidad”, afirmaba Mujica. “Que el problema de la inmigración clandestina no se arregla construyendo vallas o muros, se arregla mejorando la situación de los países de origen. Y eso no lo puede hacer ni un país, ni dos, ni tres… Tenemos que empezar a pensar como especie”. Ver más allá de la propia frontera y de la actual legislatura. El mundo se transforma a marchas forzadas, pero el verdadero cambio, el que nos lleva a servir a la vida desde el amor y a hacer que el resto de cosas cambien empieza por uno mismo. ¿Y ahora qué vas a hacer?