El cáncer era Obama

«Extirpar un cáncer como el de Estado Islámico no será fácil”, asegura Obama en un discurso ante la Legión. La caradura de los políticos que padecemos no tiene límites y aún hay gente que confía más en un premio preventivo que en una estrategia bien meditada.

«Extirpar un cáncer como el de Estado Islámico no será fácil”, asegura Obama en un discurso ante la Legión. La caradura de los políticos que padecemos no tiene límites y aún hay gente que confía más en un premio preventivo que en una estrategia bien meditada. ¿Qué autoridad tiene quien ha experimentado con la política exterior utilizando aún peor las mismas estrategias nefastas de siempre? Es como si ahora Zapatero nos dijera que su Alianza de Civilizaciones no avanza con facilidad porque algunos islamistas se toman en serio su totalitarismo…

Más aún, no es que no sea fácil erradicar a un enemigo que has armado hasta los dientes con la última tecnología, sino que en tu casa has minado tus murallas y derrumbado casi todas tus fortalezas. Nunca dejó de ser verdad que desear la paz implica preparar la guerra, también para las batallas de las ideas y la cultura.

En el Occidente descreído, relativista y sabihondo aún no entienden ni los motivos ni la naturaleza de un enemigo que sí comprendieron bien nuestros antepasados. Pero hoy se sigue denostando nuestra fe y nuestra historia y encima soportamos un buenismo que hace las delicias de quienes encuentran su mayor fuerza en la comprensión y simpatía de los que, por odio a lo propio, les siguen admirando. Repugnante, sin duda.

Es cierto que el cáncer se puede extirpar, doctor Obama. Pero sobretodo cuando lo encontramos en fases tempranas. Si no es así, el tratamiento es una quimioterapia larga que provoca grandes sufrimientos. Quizá, comprobando que todos los errores le están estallando en la agonía de su presidencia, podemos concluir que el cáncer era Obama. Al menos, ese sí, quedará pronto extirpado…