Elogio del mañana
Desde la Interestatal 4 que une Tampa con Daytona Beach en Florida, se pueden ver las vastas planicies que se extienden como un manto y los lagos que salpican el territorio aquí y allá. Los cisnes sobrevuelan estos lagos y despliegan sus alas blancas bajo el Sol.
Desde la Interestatal 4 que une Tampa con Daytona Beach en Florida, se pueden ver las vastas planicies que se extienden como un manto y los lagos que salpican el territorio aquí y allá. Los cisnes sobrevuelan estos lagos y despliegan sus alas blancas bajo el Sol.
Desde la Interestatal 4 que une Tampa con Daytona Beach en Florida, se pueden ver las vastas planicies que se extienden como un manto y los lagos que salpican el territorio aquí y allá. Los cisnes sobrevuelan estos lagos y despliegan sus alas blancas bajo el Sol siempre vigoroso del sudeste americano. Quizás como un homenaje a estas admirables aves, el edificio central de la nueva Universidad Politécnica de Florida que ha creado Santiago Calatrava ?el escultor de la arquitectura? también abre sus majestuosas alas blancas de metal. Se alzarán con la apertura del curso estos días y se moverán al ritmo que marquen la Tierra y la luz, creando las sombras necesarias para refrescar los acalorados cerebros de los estudiantes. Más juegos de luces y sombras se formarán alrededor del edificio, gracias a una pérgola que todo lo envuelve, como una cadena de inmensos esqueletos de hojas metálicas que se posan sobre el lago.
Con obras como esta de Calatrava, los grandes representantes del llamado ‘High Tech’ arquitectónico ?los Richard Rogers o Norman Foster? han ido sembrando nuestras ciudades de una belleza funcional que consigue conmover nuestras almas tanto como puede hacerlo una escultura de Modigliani o un cuadro de Kandinsky.
Han devuelto a la arquitectura esa suerte de arte con fines de uso que se había perdido, y que nos acompaña ahora en los puentes que atravesamos de camino al trabajo iluminándonos con destellos de creatividad o en las estaciones de tren y en los aeropuertos calmando la agonía de la espera. Modelos de obras sobre las que se asientan las ciudades del mañana. Y es en ese mañana ya cercano donde podremos comprender el oxímoron de la biblioteca sin libros de papel del edificio de Calatrava. Suena quizás osado, quizás extravagante, pero suena, sin duda, a mañana.