Abrazos y besos (XOXO)
Dos amantes abrazados. Dos cuerpos unidos en un solo ser… No. Espera. Sus cuerpos están juntos pero parecen estar cada uno en un sitio diferente. Deducimos que son pareja por la posición en la que se encuentran.
Dos amantes abrazados. Dos cuerpos unidos en un solo ser… No. Espera. Sus cuerpos están juntos pero parecen estar cada uno en un sitio diferente. Deducimos que son pareja por la posición en la que se encuentran.
Dos amantes abrazados. Dos cuerpos unidos en un solo ser… No. Espera. Sus cuerpos están juntos pero parecen estar cada uno en un sitio diferente. Deducimos que son pareja por la posición en la que se encuentran, vemos el alto grado de intimidad porque sus anatomías se funden… ¿Pero dónde están ellos en realidad?
Su vista, más allá de los hombros del otro, enfocada directamente en la pantalla del teléfono último modelo; su mente centrada en las últimas noticias o quizá sea Twitter lo que la tiene obnubilada, o las fotos de Facebook de esos ‘amigos’ a los que ha visto una vez en la vida en la boda de aquella prima segunda de su madre…
Se olvidan del olor de la piel, del aroma que desprende el cuerpo de su pareja, del tacto de su cuello, de sus labios rozándole la cara. Se olvidan de dejarse llevar, cerrar los ojos y simplemente sentir lo que están viviendo.
El móvil se ha apoderado de sus vidas, pasan más tiempo inmersos en el mundo virtual que descubriendo el real. Con lo bonito que era antes poder aburrirse juntos e inventar juegos o historias para disfrutar del tiempo libre. O de los dos segundos que dura un abrazo.
Ya no hay momentos de ojos cerrados, ni de olores, no hay caricias antes de dormir (al menos no antes de actualizar Instagram). Eso sí, los mensajes de Whatsapp llegan a ser sorprendentemente ingeniosos y hasta cariñosos.
Pero… ¿es esto lo que queremos?
