El cromo de Chicharito
El fútbol es un carrusel de «boteprontos», de canguelos puntuales, de euforias desbordadas y de locuras colectivas que afectan por igual a socios, aficionados y directivos.
El fútbol es un carrusel de «boteprontos», de canguelos puntuales, de euforias desbordadas y de locuras colectivas que afectan por igual a socios, aficionados y directivos.
Tengo una amiga que traslada a la vida cotidiana una de las máximas de su trabajo como directora de márketing. «Planificación, nena, planificación. Deja el azar para la lotería «. Lo repite como un mantra, algo que se le supone a todo aquel que gestiona grandes números y plantillas profesionales. Pero el fútbol es un carrusel de «boteprontos», de canguelos puntuales, de euforias desbordadas y de locuras colectivas que afectan por igual a socios, aficionados y directivos.
Si hemos criticado hasta la saciedad los tres años, tres, que lleva Zubizarreta buscando un central en condiciones para el Barça, las últimas entradas y salidas en el Real Madrid son dignas de análisis. En menos de una semana desaparecen del álbum de cromos Di Maria y Xabi Alonso y aterriza Chicharito para ejercer de suplente de Benzema. Florentino Pérez ha pasado de fichar galácticos a contratar suplentes. Curioso, por decirlo fino. A ello hay que sumar la que está resultando ya una carísima contratación, la de James, y la de un Keylor Navas al que nada tiene que envidiar Diego López, al que se invitó elegantemente -o no- a abandonar la entidad merengue.
A falta de horas para que se cierre el mercado, choca ver como el campeón de Europa quema la batería del teléfono en la búsqueda del cromo ilusionante, ese que buscan todos los críos y que nunca sale, ese por el que suspiran en los mercadillos de compra-venta los coleccionistas, el que sabes que te va a convertir en el puñetero amo. Y resulta que el del Madrid se llama Chicharito. Y que casi nadie tenía en la lista de favoritos. Y que ya había salido en algún sobre y lo cambiaron por otro más ilusionante. Y que antes les habían hecho brillar los ojitos con el de Luis Suárez, el de Falcao… y llega este chico del Manchester United que estaba en otra lista.
Corriendo y deprisa. La planificación blanca cuando lo ven todo negro…