Colgados del aro
Han pasado cuatro días desde el arranque del Mundial, buen momento para realizar un primer balance. Para empezar USA y España -no necesariamente en este orden- están un peldaño por encima. No hay duda.
Han pasado cuatro días desde el arranque del Mundial, buen momento para realizar un primer balance. Para empezar USA y España -no necesariamente en este orden- están un peldaño por encima. No hay duda.
Han pasado cuatro días desde el arranque del Mundial, buen momento para realizar un primer balance. Para empezar USA y España -no necesariamente en este orden- están un peldaño por encima. No hay duda. Después hay una terna de aspirantes de esos que te la pueden liar si tienen el día tonto. Son Argentina, Grecia, Croacia, Francia… aunque visto lo visto parece más probable que encajen una paliza humillante a que den la campanada ante una de las dos favoritas. A punto de lograrlo estuvo Turquía frente a los americanos, pero en un visto y no visto los de Kzryzewsky demostraron su condición de Dream Team, falten los cracks que falten, y acabaron ganando de forma holgada.
Vamos con España. Los dos primeros encuentros fueron básicamente un sparring. Irán y Egipto -rivales que no están a la altura de un Mundial- fueron el putching ball ideal y se llevaron sendos meneos de La Roja. Si de paso los nuestros iban cogiendo confianza y alegría en su juego, miel sobre hojuelas. Parecía que sería otra historia ante la Brasil de Huertas, Nene o Splitter; pero vaya decepción. Para los cariocas digo. Porque volvió a ser otro paseo. Así que las cosas pintan bien.
Por dentro los Gasol son un torbellino indómito, mención especial para Pau, más liberado de carga de partidos durante este año, en perfectas condiciones para liderar a la selección con puño de hierro. A estas alturas los rivales están más acostumbrados a ver a los nuestros colgados del aro como bestias con el logotipo de CaixaBank en la espalda, que de frente. Y los que se dejan ver el rostro, es decir los francotiradores del perímetro, tampoco es que hayan estado muy compasivos porque Rudy y Navarro también andan bastante finos… Total, que esto puede ser un camino de rosas (o no, quién sabe, tocará currárselo) hasta la final. Y llegados ahí, que tiemblen los estadounidenses.