"Jaker" mate

Una actriz puede salir desnuda en una película o posar para una revista y estoy en mi derecho de visualizarla, pero ver unas imágenes robadas, hechas para una pareja, me hace sentir más sucia por dentro.

Lo primero de todo, pedir perdón por el juego de palabras del título; es peor aún que los chistes que cuentan los famosos en El Club de la comedia. No hay Chiquetetes suficientes en el mundo para castigarme por ello. Dicho esto, comienzo con la razón de mi artículo: los hackers pajilleros.

Lo reconozco, he visto las fotos. Muchas veces. Las yemas húmedas de mis dedos pueden dar fe de ello, pero entiendo la putada que es que violen tu intimidad. Una actriz puede salir desnuda en una película o posar para una revista y estoy en mi derecho de visualizarla, pero ver unas imágenes robadas, hechas para una pareja, me hace sentir más sucia por dentro que Pitingo cuando versiona a Nirvana. (Aprovecho para saludar a Pitingo, que me sigue en Twitter. Hola, Pitingo.)

El problema que veo aquí es el del talento desperdiciado, y con ello no me refiero a que las actrices no se hayan dedicado al porno, que también, sino al de los hackers. Tienes la habilidad de poder meterte en cualquier rincón de la nube y… ¿sólo te dedicas a buscar fotos de famosas en bolas? ¿En serio? ¿A nadie se le ha ocurrido cosas como robar la receta de la coca cola o comprobar si EEUU está construyendo algún arma de destrucción mundial? (No, Pitingo, tus versiones no llegan a tanto.)

Si yo fuese hacker, emplearía mi tiempo en algo realmente beneficioso para la humanidad: indagar en las comunicaciones de políticos y poderosos en busca de corrupción, intentaría ayudar a la policía en casos delictivos, piratearía el ordenador de Pitingo para destruir todas sus maquetas… Haría cualquier cosa menos vulnerar la intimidad sexual de los famosos. Eso no nos incumbe. Sobre todo, porque te puedes encontrar cosas que te harían querer arrancarte los ojos, como el famoso video de Pedro J.