A las mujeres no nos dejan...
Hay mañanas en las que me siento a leer mi resumen de las noticias del día y literal me siento transportada en el tiempo. Como si viviera en otra época… Cuando las mujeres eramos reprimidas solo por ser mujeres.
Hay mañanas en las que me siento a leer mi resumen de las noticias del día y literal me siento transportada en el tiempo. Como si viviera en otra época… Cuando las mujeres eramos reprimidas solo por ser mujeres.
Hay mañanas en las que me siento a leer mi resumen de las noticias del día y literal me siento transportada en el tiempo. Como si viviera en otra época… Cuando las mujeres eramos reprimidas solo por ser mujeres.
Y de repente mi mente vuelve a mi café, mi tablet en la página principal de theobjective.com y caigo en cuenta que es una mañana de septiembre, año 2014, en pleno siglo XXI. Estoy leyendo las noticias del día, ninguna novela o historia de hace 50 años.
Pasan los años y el ser humano dice evolucionar. En mi sano juicio siento que vamos «pa’tras como el cangrejo», como diría mi abuela. A estas alturas se sigue discriminando a la mujer mientras en otro lado estamos postulándonos para presidentes de la FIFA, de grandes empresas, y hasta de países. La última bomba en cuanto a este tema se llevó a cabo en Irán, donde una chica británica ha sido encarcelada por intentar ver un partido de voleibol masculino. Protestaba por una ley que prohíbe a las mujeres ir a eventos deportivos. Ghoncheh Ghavami, de 25 años, lleva 41 días aislada.
Me parece insólito que a estas alturas de la vida sigan sucediendo este tipo de cosas. Se dice que ya han empezado las protestas pidiendo su liberación, ¿pero de qué sirven las protestas si no hay un cambio de mentalidad? Me considero defensora absoluta de la mujer, sobre todo cuando tiene que ver con los deportes y este tipo de casos me ponen los pelos de punta.
Los invito a todos que se unan al apoyo por la liberación de Ghoncheh, y de tantas mujeres que son reprimidas hoy en día por algo tan básico como el querer asistir a estadios deportivos.
Si yo fuese presidenta de la FIFA hoy, países con estos reglamentos no podrían ser parte de la organización. Si vamos a luchar contra el racismo, tenemos que luchar por la igualdad de género también, ¿no Mr. Blatter?