Bodas satánicas
¿Te imaginas que llega a tu casa un sobre a tu nombre invitándote cordialmente a la boda de tu amiga bajo el rito satánico? Yo no voy ni loca, lo siento bonita pero yo a tu boda no voy.
¿Te imaginas que llega a tu casa un sobre a tu nombre invitándote cordialmente a la boda de tu amiga bajo el rito satánico? Yo no voy ni loca, lo siento bonita pero yo a tu boda no voy.
¿Quién querría casarse bajo la bendición de Satanás? Pues aunque parezca sorprendente, hay personas que así lo eligen. El Templo Satánico, un grupo activista conocido por su monumento a Satanás en el Capitolio de Oklahoma, va a construir su primera sala capitular en la ciudad estadounidense de Detroit. Por lo que afirman los miembros del grupo, no se realizarán sacrificios, pero sí ceremonias religiosas como casamientos o funerales.
Me parece una locura… Una boda satánica… En fin, solo con mencionarlo se me pone la piel de gallina. ¿En qué cabeza cabe que Satán vaya a bendecir la unión de dos personas que se quieren? ¿O que sea Satanás el encargado de despedir a un difunto en su funeral? Esta idea parece sacada de una película de terror, en la que te tapas la cara con un almohadón durante todo el filme, dejando asomar las pestañas porque, en el fondo, el morbo de pasar miedo te atrae.
¿Te imaginas que llega a tu casa un sobre a tu nombre invitándote cordialmente a la boda de tu amiga bajo el rito satánico? Yo no voy ni loca, lo siento bonita pero yo a tu boda no voy.
¿Pero en qué mundo vivimos? Casi me parece más cuerdo adorar a una mesa que al hijo del mal. ¿A quién le gustaría que su protector en la vida fuera Satanás? Por más que intento comprenderlo, no puedo. No creo que todo en la vida sea blanco o negro, pero creo que esta idea se pasa, literalmente, al lado oscuro.