¡Investíguense a ustedes mismos!
¿Acaso no recuerdan lo rápido que se acabó con ETA cuando Aznar firmó el famoso acuerdo de las Azores con Bush y Blair? ¡Fue tan sencillo como cortar las vías de financiación y cancelar sus cuentas!
¿Acaso no recuerdan lo rápido que se acabó con ETA cuando Aznar firmó el famoso acuerdo de las Azores con Bush y Blair? ¡Fue tan sencillo como cortar las vías de financiación y cancelar sus cuentas!
Qatar, Arabia Saudita, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Emiratos Árabes: los mismos países que han financiado, entrenado y armado a estas hordas “islámicas” ahora prometen acabar con esos mismos ejércitos porque “les amenazan”.
Si hubiera un Premio Nobel al absurdo, sin duda que esta verdadera “amenaza fantasma” se llevaría el Gran Premio.
Imbuidos de una repentina vena justiciera, los poderes máximos de esta decadente civilización prometen acabar con este nuevo virus dondequiera que se encuentre, y los últimos rumores señalan que podrían haberse coaligado con los narcos mexicanos. ¡Uy, qué miedo! [El Mal parece reunirse aunque su misión no tenga nada que ver: ¿recuerdan ustedes que en tiempos se llegó a hablar incluso de un acuerdo entre Al Qaeda y ETA? ¿No será, más bien, que en realidad tienen el mismo amo? Así se explicarían estas “uniones contra natura”?].
Bueno, pues qué tal si empiezan por investigarse a sí mismos; qué tal si investigan las cuentas bancarias de donde ha salido el dinero para pagar a estos mercenarios. ¿Acaso no recuerdan lo rápido que se acabó con ETA cuando Aznar firmó el famoso acuerdo de las Azores con Bush y Blair?
¡Fue tan sencillo como “cortar las vías de financiación” y cancelar sus cuentas!
Si era tan fácil, ¿por qué no lo hicieron antes?
Pues el mismo razonamiento debería aplicarse a este fantasmal “ejército islámico”: si se quiere acabar con él, que vayan a las cuentas bancarias de los cuales sale el dinero para pagarlos.
Y ya de paso, por favor, que los propios musulmanes denuncien públicamente a las mezquitas e imams que están lavando el cerebro a este incesante flujo de fanáticos. Ellos son los autores intelectuales de esta barbarie.
Ah, por cierto: ¿sabían ustedes la manera como el Mossad se autodenomina cuando se comunica con la CIA?
“Israeli Secret Intelligence Service”?
Es decir, ¡ISIS!