La política en concierto

Hay que saber adaptarse a los nuevos tiempos, y los americanos lo saben hacer muy bien. ¿Que la política no interesa? ¡Hagámosla atractiva! Y nada mejor que transformar a los políticos en ídolos del pop

Me ha encantado ver al primer ministro indio, Narendra Modi, haciendo un speech en un escenario del Madison Square Garden. Como si de Madonna se tratase, el dirigente reunió a más de 19.000 estadounidenses de origen indio en uno de los lugares más emblemáticos de Nueva York. La cara de Modi en pantallas gigantes como si fuese Britney Spears. Bárbaro.

Hay que saber adaptarse a los nuevos tiempos, y los americanos lo saben hacer muy bien. ¿Que la política no interesa? ¡Hagámosla atractiva! Y nada mejor que transformar a los políticos en ídolos del pop (no literalmente, claro, pero sí en cuanto a concepto). De hecho, viendo las fotografías del encuentro parece que en cualquier momento van a empezar a sonar las guitarras eléctricas.

El márketing es básico para vendernos cualquier producto, ya sea un alimento, una marca de ropa o, como no, una ideología. No hay más que ver al Papa Francisco, un pontífice que acumula simpatizantes debido a su seductora forma de hacer. Y lo de este domingo en Times Square, con una audiencia que vestía camisetas y lucía pancartas con el nombre de Modi, un nombre que según las crónicas fue coreado en diversas ocasiones, es el claro ejemplo.

En EUA ya hace tiempo que utilizan estas herramientas de seducción en el mundo de la política. Los votantes son auténticos fans del líder al que veneran. Y me da que la estrategia que va a emplear Pedro Sánchez no se aleja mucho de lo que acabamos de comentar. Joven, guapo, con espíritu renovado y capacidad de seducción. No opta a ser un nuevo miembro de One Direction, pero por ahora comparte con ellos las cualidades de atracción. Y en política, como en el pop, los fans importan porque son quienes hacen al líder. ¡Que empiece el espectáculo!