Las cosas de comer
Tiririca es diputado. Le han votado 1.351.592 personas, que son muchas. Reelegido, además. Nadie puede decir que se equivocó la primera vez.
Tiririca es diputado. Le han votado 1.351.592 personas, que son muchas. Reelegido, además. Nadie puede decir que se equivocó la primera vez.
Tiririca es diputado. Le han votado 1.351.592 personas, que son muchas. Reelegido, además. Nadie puede decir que se equivocó la primera vez.
Dice una frase que me hace gracia: “¿saben lo que hacen los diputados? Yo tampoco. Me votan y lo averiguo”.
Como slogan, me parece divertido. Como realidad, triste. Como programa político, uff…
Uff…, por varias razones:
Porque si Tiririca no sabe lo que hacen los diputados y, por lo que se ve, 1.351.592 personas tampoco, la cosa es para preocuparse.
Porque si todo lo que va a hacer es “averiguarlo”, tendrá que dimitir, una vez averiguado, por haber agotado su programa.
Voy al diccionario de la Real Academia. Dice que “diputado” es “una persona nombrada por elección popular como representante en una cámara legislativa”.
O sea, que todos esos señores que le han votado esperan de Tiririca, digo yo, que se vuelva a llamar D. Francisco Silva, que estudie, porque a un analfabeto se le elige una vez, pero no más; que no haga el payaso, que ya lo ha hecho suficientemente para conseguir el escaño; y que ha llegado el momento de trabajar duro. Porque estar en el Congreso y proponer una ley y discutir las propuestas de otros y obedecer al partido o no obedecerle porque uno tiene derecho a no ser un lorito de repetición de lo que diga su jefe, todo eso es algo muy serio.
Y así, D. Francisco habrá averiguado lo que hacen los diputados. Quizá también descubrirá lo que no hacen algunos diputados, que, como él, eran analfabetos cuando llegaron al Congreso, y, después, no han hecho lo que ha hecho él: estudiar y ser un diputado válido, del que sus votantes y sus no votantes, puedan fiarse, porque saben que allí hay alguien que, honradamente, está haciendo su trabajo.
Si D. Francisco no va al Congreso y, en su lugar, va Tiririca, todos nos reiremos mucho, pero él estará haciendo un daño serio a su país. Y los que le hayan votado, también. Que con las cosas de comer no se juega.
