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Lean el pie de esta foto. Hay noticias cuyo contenido se hincha tan descomunalmente a medida que las lees, que tienen hasta gracia.

Lean el pie de esta foto. Hay noticias cuyo contenido se hincha tan descomunalmente a medida que las lees, que tienen hasta gracia.

Un joven chef que mata a su novia. La cercanía con los cuchillos. Cuchillos de todos los tamaños al alcance de cualquier pinche. Coge uno de buen tamaño y se lo lleva a casa para hacer prácticas. Con su novia que es transexual. Novia y transexual, me parece que son una acumulación extra de problemas cruzados, pero cada uno elige. Aunque no debió de elegir bien puesto que ha terminado matándola. La descuartiza. Más prácticas de chef, todo muy profesional. Después se suicida. Siempre una lástima que para estas cosas no se invierta el orden. Los vecinos se quejaron del olor. Un vecino estándar siempre se queja de los olores. En este caso hubiese sido preferible que se quejaran de los ruidos, de los gritos por ejemplo, no sé.

La víctima era prostituta y el dinero que cobraba lo enviaba a su familia a Indonesia. Nada que decir a esto. Nos topamos con la triste realidad. Una mujer confiada en manos de un chef loco. Todo pude tener gracia hasta llegar a la víctima.

Hay quién asegura que es posible reírse de cualquier tema, de todo…que es sano. Yo no lo tengo tan claro.

La víctima puedes ser tú si te sorprende la mala suerte, o si tu madre cae gravemente enferma o cuando pasas apuros económicos de los de verdad o si te roban a la cara, o cuando, por lo que sea, te matan al padre o al hermano o a la mujer o al amigo,…cosas así tienen poca gracia, se mire como se mire.

¿Reirse de todo? Es más bien una reivindicación hueca de mentes ligeras del mundo rico. La libertad de expresión se limita con el respeto a los demás, sobre todo, al sufrimiento de los demás.

En general, no tiene ninguna gracia que a alguien le quiten la vida, ni aunque se tratara de un humorista.