Pedaleo duro
Conocí hace años a dos hermanos, cincuentones los dos. Uno se había dedicado a negocios que podríamos llamar serios. Fábricas, productos de primer nivel, muchos empleados, buena cuenta de resultados.
Conocí hace años a dos hermanos, cincuentones los dos. Uno se había dedicado a negocios que podríamos llamar serios. Fábricas, productos de primer nivel, muchos empleados, buena cuenta de resultados.
La noticia es de hace 2 horas. A JP Morgan la Comisión Europea le ha puesto una multa seria, mucho menos seria que otras que se han visto por ahí, pero seria, al fin y al cabo.
En otra publicación leo otra noticia. Hace 7 horas, a Ignacio de la Colina, a quien no conozco, le han nombrado director general de banca de inversión de JP Morgan para España y Portugal.
Conocí hace años a dos hermanos, cincuentones los dos. Uno se había dedicado a negocios que podríamos llamar serios. Fábricas, productos de primer nivel, muchos empleados, buena cuenta de resultados. El otro era un poco cabeza loca. Buena persona, pero de los que se montan grandes esquemas mentales, basados en negocios inmobiliarios…y, al final, crack. Tenía mala fama. Era muy buena persona, repito. Pero tenía mala fama.
Vino a verme el primer hermano para encargarme un trabajo. Al presentarse, aclaró: «en los negocios, no tengo NADA que ver con mi hermano». Subrayó el NADA. Por eso lo he puesto en mayúsculas.
Lo de la multa y el nombramiento me ha recordado a los dos hermanos. Hace 7 horas, los amigos le daban la enhorabuena a Ignacio. Hace 2 horas, Ignacio llamaba a los amigos: «en cuanto a la manipulación del Libor, no tengo NADA que ver con mis jefes».
Sic transit gloria mundi. A Ignacio la gloria mundi le ha durado 5 horas.
Esta mañana he cogido un taxi. El taxista, un ex empleado bancario barrido por actuaciones vergonzosas de los jefes. Contento con su nuevo trabajo. Le pregunto si volvería a trabajar en una entidad financiera sana. Me mira con escepticismo: «¿usted cree que hay alguna sana?».
Joaquín Almunia, que deja ahora de ser Comisario Europeo de Competencia, ha dicho, con motivo de la multa a JP Morgan y a otros parecidos a JP, que en la Unión Europea hace falta una banca sana y transparente. Lo de sana ya lo sabía mí amigo el taxista.
Ignacio tendrá que pedalear duro para ir quitando, poco a poco, la mala fama a JP. A Joaquín le sustituye una señora, Margrethe Vestager. ¡Otra que tiene que pedalear duro!
Esto va a parecer la subida al Angliru, porque tengo la impresión de que lo de la sanidad y la transparencia no les entusiasma a todos.
