Españoles ejemplares

Los hay. Frente a los escandalosos comportamientos de tantos compatriotas nuestros, existe un espacio, tanto o más amplio, ocupado por una gran mayoría de ciudadanos que discretamente se rigen por la honestidad.

Los hay. Frente a los escandalosos comportamientos de tantos compatriotas nuestros, existe un espacio, tanto o más amplio, ocupado por una gran mayoría de ciudadanos que discretamente se rigen por la honestidad. 

Basta con caminar por la calle mirando las caras de los demás. No es difícil aventurar que con un buen número de esos rostros sin nombre conocido compartimos muchos de los valores que consideramos fundamentales. Esos con quienes nos cruzamos, gente de a pie, normal, distinta a nosotros, pero muy parecida, quizás no piense en ello, pero con su trabajo bien hecho, con su actitud, colabora con el diseño de una sociedad más habitable. Gente no pública, y que no publica, que, si cada día salen de casa, es porque quiere no sólo que sus hijos vivan en una sociedad con oportunidades, cómoda y respetuosa, sino que también, en el futuro, sean ellos los que, con su trabajo, la renueven y protagonicen su mejora.

Gente que cuida su entorno, porque lo siente suyo, que desea que España sea el mejor lugar para vivir, porque es su casa, una casa grande y abierta. Son millones los que dan ejemplo a diario de querer un país de buenos vecinos, no de enemigos, un lugar donde la justicia nos proteja y persiga con eficacia a los delincuentes o asesinos, un país solidario, amable y divertido, un lugar de oportunidades desde el que uno se pueda lanzar a conocer otros lugares maravillosos del mundo. Una sociedad que mire hacia su historia con curiosidad, puede que también con pena, pero para aprender y que mire hacia delante con energía, una nación de la que hablemos con el orgullo con el que lo hacemos de un padre, de un amigo, de un colegio, de un club,…aún cuando no gane la selección.

No somos nada al cien por cien, es verdad, todos tenemos nuestras cosas, podríamos ser mejores, todo podría también ser mejor en esta España nuestra, claro, pero no conviene olvidar que lo más grande de este país es que lo reinventamos no hace tanto tiempo, entre todos. Entre ese montón de cabecitas sonrientes que formando un mosaico, miran al frente donde imaginan que alguien espera su amable gesto.