Me preguntaron

“Es un fracaso de la Diplomacia Ciudadana la continuidad de los conflictos en el mundo”, me comentó Luisa Portugal, experta en relaciones internacionales de la Universidad de Piura (Perú). Repasábamos las notas sobre el ébola, el conflicto en Gaza y Siria, la situación en Ucrania y Rusia, la indignación en México, la crisis en Europa.

Me preguntaron: “¿Por qué te gustan las corridas de toros?”. Respondí que desde pequeño me encariñé con la crianza del ganado y la caza en la montaña que el abuelo me enseñó. Tiempo después me contaron historias sobre un tal Paquirri, muerto por un toro. Así, hasta que llegué a los Sanfermines y aprecié el paseíllo y los pases: el pirata Padilla y el Juli.

Me preguntaron: “¿Por qué quieres ser periodista?”. Respondí que desde pequeño me quedaba lelo con las imágenes de las revistas y, años después, leía literatura y escribía relatos sobre mis viajes. Así, hasta que decidí informar la realidad en vez de contar la ficción: una especie de reflexión constante sobre los asuntos cotidianos.

“Es un fracaso de la Diplomacia Ciudadana la continuidad de los conflictos en el mundo”, me comentó Luisa Portugal, experta en relaciones internacionales de la Universidad de Piura (Perú). Repasábamos las notas sobre el ébola, el conflicto en Gaza y Siria, la situación en Ucrania y Rusia, la indignación en México, la crisis en Europa. Planteaba la hipótesis de que no puede ser una coincidencia esa discordia global; de que, quizás, hemos llegado a un punto clave donde la globalización hace que las noticias del mundo entero nos afecten más o no cause el menor interés por una obvia lejanía. “Cada pueblo tiene sus conflictos. Vive los tuyos y trata de solucionarlos”, me dijo un viejo sentado en un parque.

Me preguntó: “¿Por qué te interesa la situación internacional?”. Respondí que somos estudiantes del mundo entero para buscar salidas a problemas del mundo entero. Minutos después, entre sendos cigarrillos, me dijo: “Tómate tu tiempo y escribe bien”. Recordé a Kapu?ci?ski.

Pasaron algunos días, y quien hace las preguntas soy yo: ¿Es un ahogo informativo? ¿Es una barbarie constante? ¿Es una señal para dejar de hacer Periodismo? ¿Qué relación hay entre los toros de lidia, el Periodismo y la situación internacional? El cuestionamiento es frío, la respuesta múltiple. Escribí hace muchas semanas: “A veces me pregunto por qué pasan las cosas.

Inquietudes tontas o inocentes, como las que haría un niño”. ¿Quién escribirá esta Historia del Mundo?