Vuelan palabras lentas
Por esa ilusión de recibir una carta de papel escrita a puño y letra en un mundo lleno de tipografía informática, aparatos tecnológicos y el dios Google. Por el arte de la palabra y el olor a papel.
Por esa ilusión de recibir una carta de papel escrita a puño y letra en un mundo lleno de tipografía informática, aparatos tecnológicos y el dios Google. Por el arte de la palabra y el olor a papel.
Para todos esos escritores profesionales y para los que escriben por afición.
Para los autores de los best-sellers y para aquellos que siguen soñando con colocar sus letras en las librerías.
Para aquellas generaciones que fueron los artífices de la época dorada de la literatura y para aquellos que ahora nos encandilan con sus palabras.
Para todos los que leen lo que otros escriben y para todos los que escriben lo que otros leen.
Para aquellos que se sumergen por primera vez en las aventuras de un autor y para aquellos que acaban de encontrar el significado de esa frase que leyeron hace meses.
Para aquellos que sueñan a diario con la fantasía del mejor cuento y para los que viajan con la mejor ficción.
Para aquellos que pintan las calles de poesía y para aquellos que las cantan en sus canciones.
Por esas veintisiete letras, cinco dígrafos y diez números que vuelan la imaginación, crean historias, sueñan realidades y convierten ficciones. Por esa ilusión de recibir una carta de papel escrita a puño y letra en un mundo lleno de tipografía informática, aparatos tecnológicos y el dios Google. Por el arte de la palabra y el olor a papel.