¿Sequía periodística?
Pues sí, hay sequía. Sequía social. Un problema crónico que se adolece de manera horripilante en los medios de comunicación ya que, de manera consecuente, el periodismo es el reflejo de la sociedad.
Pues sí, hay sequía. Sequía social. Un problema crónico que se adolece de manera horripilante en los medios de comunicación ya que, de manera consecuente, el periodismo es el reflejo de la sociedad.
Pues sí, hay sequía. Sequía social. Un problema crónico que se adolece de manera horripilante en los medios de comunicación ya que, de manera consecuente, el periodismo es el reflejo de la sociedad.
Vivimos en una época de cantidades ingentes de información difundida a través de medios de comunicación o redes sociales. Sin embargo, la investigación, el trabajo de hemeroteca y la información contrastada o reposada son cada vez más difíciles de encontrar. Aunque eso sí, para el morbo si hay tiempo. ¡Ay cómo nos mueve eso del morbo! Poco a poco el periodismo tiene un tono más amarillo que Piolín.
Nos encontramos en días en los que los medios ofrecen lo que le gente demanda. Y la gran mayoría demanda morbo y sensacionalismo. Ahora bien, también creo que el periodista debería tener la suficiente ética y capacidad de selección como para decir no. Esto no. Pero claro amigos, en este momento llaman a la puerta unos números llamados share que se traducen en datos económicos y el jefe que dice: “No querido plumilla, el titular es: ‘Alonso ignora a Casillas’”. Y ¿el contexto? ¿El respeto a la opinión personal? Eso parece que muchos no lo tienen en cuenta. Y supongo que aquí es cuando comienza el debate interno del periodista: o comer al día siguiente o seguir sus propios principios (si resulta que se tienen).
Ni soy una innovadora descubriendo este problema ni tampoco voy a hacer un alegato a la ética periodística porque quién esté libre de pecado que tire la primera piedra. Sólo tengo claro una frase que leí hace tiempo de Winston Churchill: “El fallo de nuestra época es que los hombres no quieren ser útiles sino importantes”. Y no olvidemos que el periodismo debe ser útil y, a pesar de todo, existen periodistas muy buenos en medios muy útiles.