Vive tu sueño

Anda liviano de equipaje. Con poco. Si tienes mucho, tienes que dedicar mucho tiempo a aquello que tienes y puede no quedarte tiempo para aquello que a ti te motiva.

La ilusión vale cuando la realidad la toma de la mano. Cuando se traduce en acciones. Todos los seres humanos somos viajeros. Venimos a este mundo y un día todos saldremos de él. Estamos de paso. Viviendo unos, malviviendo otros, sobreviviendo otros tantos. Y la diferencia entre estos tres grupos no viene dada por la cantidad de dinero o cosas que uno tiene.

Ha llegado el momento de atrapar tu sueño. De hacerlo realidad. Empieza hoy, empieza ahora -si todavía no lo has hecho-. Lo que necesites el camino te lo dará. Sobriedad, discreción, esfuerzo. Tener poco es tener mucho. Pide ayuda, las demás personas quieren contribuir a hacer realidad los sueños de los demás. Vive como piensas, o de lo contrario pensarás como vives. Vive tu sueño o acabarás soñando tu vida, la que no habrás tenido. No servirán las excusas si eres honesto, somos responsables del camino que seguimos. Tenemos la capacidad de elegir.

Anda liviano de equipaje. Con poco. Si tienes mucho, tienes que dedicar mucho tiempo a aquello que tienes y puede no quedarte tiempo para aquello que a ti te motiva. Piensa que, como explicaba Pepe Mújica hace un tiempo, cuando tú compras algo el instrumento es el dinero, pero en realidad estás comprando con tiempo. El tiempo de tu vida que has dedicado a conseguir ese dinero. El tiempo es el bien más preciado de que disponemos las personas. Es lo único que tenemos en realidad. Y nuestra felicidad depende de cómo lo gestionamos. La cuestión no es ver paisajes distintos cada día, la cuestión es mirar con ojos nuevos cada día, entonces verás paisajes distintos.

Dentro de la red del consumo, uno debería poder decidir si dedica la mayoría de su tiempo a trabajar y trabajar para acumular, o si prefiere vivir con sobriedad para dedicar su tiempo a otro tipo de motivaciones. La libertad está en poder elegir. Y, sin embargo, el trabajo escasea y el sistema nos invita u obliga a consumir. La obsolescencia programada de la mayoría de artículos junto a las grandes campañas de marketing hacen que se mueva la economía, es cierto, pero no necesariamente desarrollan tu vida ni te hacen más feliz. Porque las verdaderas respuestas están en nuestro interior, Aquí y Ahora.