Ya tengo trabajo para esta Navidad

Aprovechando que estamos en Navidad, el Papa felicita a la Curia y, les dice a los asistentes que es un buen momento para hacer examen de conciencia. Para que no se pierdan en generalidades, les señala 15 temas. La noticia dice“15 enfermedades”.

Aprovechando que estamos en Navidad, el Papa felicita a la Curia y, les dice a los asistentes que es un buen momento para hacer examen de conciencia.

Para que no se pierdan en generalidades, les señala 15 temas. La noticia dice“15 enfermedades”. En algún otro sitio he leído “el catálogo de las enfermedades y tentaciones curiales que debilitan nuestro servicio al Señor”.

O sea, que los miembros de la Curia ya tienen trabajo para estas vacaciones: el examen de conciencia. Seguramente no han podido tomar notas mientras el Papa les hablaba, pero supongo que, al terminar el acto, un ujier les ha repartido la lista, muy serio, pensando por dentro: “¡menudo rapapolvo os ha metido!”

Rapapolvo y trabajo. Sobre todo, trabajo. Porque si te dicen que tienes Alzheimer espiritual, te preocupas. Y si te dicen que eres un chismoso, te preocupas. Y si aprovechando que va ganando por goleada, el Papa remata a la escuadra y te dice que, además, tienes el rostro fúnebre, te vuelves a preocupar y piensas:“con lo que me ha dicho y, encima, tengo que sonreír”.

Leo la lista y pienso que el Papa me la ha hecho llegar. Porque lo de creerse indispensable, la rivalidad, el chismorreo,…no es solo para los de la Curia. He pensado que es para bastante gente. Para mucha. Para todos.

 Por estas fechas, siempre me hace ilusión acabar los artículos deseando a los lectores y a mis colegas de redacción una muy feliz Navidad.

Pero, con lo del examen de conciencia y el esfuerzo que lleva consigo, tengo que añadir una palabra.