Hace 2014 años…

¿Qué pensaría Jesucristo de que millones de personas celebraran su nacimiento, algunas de ellas sin saber qué es lo que se celebra y muchas de ellas sin creer en él?

Me propongo hacer un ejercicio de pensamiento pretérito. Hace 2014 años, un 25 de diciembre. ¿Qué pensaría Jesucristo de que millones de personas celebraran su nacimiento, algunas de ellas sin saber qué es lo que se celebra y muchas de ellas sin creer en él? ¿Qué se pongan villancicos en los comercios que festejan su cumpleaños y la gente atea cante ese villancinco con todo el ímpetu del mundo? ¿Qué 2014 años después, el día de su nacimiento sea fiesta nacional en un país definido por su Constitución en su artículo 16 como Estado aconfesional con la afirmación: “ninguna confesión tendrá carácter estatal”?

No sé qué pensaría Jesucristo en aquel entonces sobre esa posibilidad, o si pensaba sobre algo o si ahora piensa algo (yo visto lo visto en este mundo me planteo ya cualquier disparate). Tampoco sé si vería por una rendija que llegaría diciembre y, año tras año, las calles de todos los continentes se visten de Papás Noel, incluso algunos con el culo al aire. Que durante estas fechas ‘El Corte Inglés’ nos recuerda que debemos comprar todos los regalos habidos y por haber (pobres tarjetas de crédito) que debemos reunirnos con la familia,  y por supuesto, que hay que comer. Comer, comer y comer. Y engordar. Dormir. Y volver a comer. 

Somos unos seres muy raros. Y contradictorios.