Negocia, Alexis, negocia

Los griegos -los españoles- tontos tontos, no son/somos. Y extremismos, los justos. Ya sé que no a todos les gusta Merkel. A mí me encanta. Pero una cosa es decir “no me gusta Angela” y otra gritar: “¡me voy del euro!”

Alexis quiere negociar. ¡Pues claro! Aquí se empieza haciéndose el macho -no pago la deuda, me voy del euro- y luego, como todo hijo de vecino, se dice: “bueno, no era para tanto. Solo pretendía que me hicierais caso”.

Hace años contaban que un alcalde de un pueblo español, que llevaba mucho tiempo sin maestra, aprovechando una visita de Franco, le dijo que no tenían maestra y que necesitaban urgentemente una prostituta. Franco le escuchó impávido y no dijo nada. Cuando acabó el acto, alguien le dijo al alcalde que se decía sustituta, no prostituta, y el alcalde contestó: “ya lo sé, pero si se lo digo bien, se olvida”.

Pues Alexis, igual. Empieza exigiendo la prostituta y se conforma con la sustituta. Y si hay que llegar a un acuerdo con alguien, se llega.

No sé por qué bajan las bolsas pensando que va a ganar Alexis. Porque Alexis como tal Alexis, no ganará. Ganará, si consigue los suficientes votos, cosa que dudo, y luego, en el mejor de los casos, se tendrá que aliar con otros, que serán menos Alexis que él…y ya está.

Porque los griegos -los españoles- tontos tontos, no son/somos. Y extremismos, los justos. Ya sé que no a todos les gusta Angela. A mí me encanta. Pero una cosa es decir “no me gusta Angela” y otra gritar: “¡me voy del euro!” Sobre todo, cuando Angela, que es muy suya, y que manda mucho, aunque no es muy simpática, va y dice que te quiere echar del euro.

Y hala, al dracma. Y hala, a pagar en dracmas las deudas en euros. Y hala, a decir que no pago. Y hala, a que te echen del club en el que te apuntaste libremente y cuyas reglas, que aceptaste, ahora te las quieres saltar.

Alexis, me parece que tienes sentido común. Negocia