De vez en cuando, buenas noticias
Unos niños no se conforman con que les pongan un muro. No se conforman con tener terreno para sus clases. Quieren lo normal. Correr, saltar, gritar, meter goles… Todo eso es educación
Unos niños no se conforman con que les pongan un muro. No se conforman con tener terreno para sus clases. Quieren lo normal. Correr, saltar, gritar, meter goles… Todo eso es educación
Los niños tiraron el muro. Las tropas, después de lanzarles gases lacrimógenos (¿quién será el ceporro que ha dado esa orden?) se retiran. Veo fotos complementarias y un vídeo. Realmente, los niños «les retiran».
La foto me encanta. Porque los niños quieren el terreno -su terreno- para jugar. Ni más ni menos. Y si a algún personajillo le apetece ese terreno, que pida permiso para jugar con los niños, pero que no intente quedárselo para jugar él solo. Que esto no es como aquello de Vicentín, que se llevaba su balón al colegio y luego quería que, como la bola era suya, se la pasasen siempre y así metía él todos los goles.
Esto es más serio. Una buena noticia desde África. Unos niños no se conforman con que les pongan un muro. No se conforman con tener terreno para sus clases. Quieren lo normal. Correr, saltar, gritar, meter goles… Todo eso es educación. Porque, mientras juegan, algún profesor les dirá que cuando se cae uno del otro equipo -no digo un «contrario»- hay que ayudarle a levantarse. Que no se puede ir a por la espinilla del prójimo precisamente por eso, porque es prójimo. Que no se puede insultar al árbitro y mentarle a su madre…esas cosas que hacen que un chaval sea bien educado y que se pueda jugar tranquilamente con él.
Aunque la bola sea suya.