Memoria y Cuentos de "Fe"
La presentación hecha por el presidente Nicolás Maduro de las perspectivas económicas para Venezuela en 2015 se resume en dos frases: El petróleo a 100$ no volverá» y «Dios proveerá»
La presentación hecha por el presidente Nicolás Maduro de las perspectivas económicas para Venezuela en 2015 se resume en dos frases: El petróleo a 100$ no volverá» y «Dios proveerá»
El pasado miércoles 21 de enero, luego de dos suspensiones y con 7 días de retraso, debido a las “vacaciones” de la familia presidencial; el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, presentó la Memoria y Cuenta de su gestión de gobierno durante el pasado 2014.
Luego de tantos días de espera, y estando el país sumido en una grave crisis, no sólo política y social, sino económica, con una inflación, que según expertos, ronda el 65%, siendo la más alta del mundo, y viviendo una situación de desabastecimiento y escasez generalizada, llegó el gran día.
En torno a esto se realizó una especie de reality show, es así como la televisión del Estado inició su transmisión y 83 minutos después vino la tan esperada alocución presidencial; ya entrando en materia, Maduro definió a la democracia venezolana como «hermosa y multicolor»; mostró al pueblo las fotos de su viaje a China, viaje del que vino con las manos vacías; llevó su material de apoyo, una carpeta de color fucsia/rojo propia de un jefe de Estado, láminas al mejor estilo conferencia de primaria, algo pixeladas eso sí. Durante su magistral intervención, nos habló de «Google Air», aunque todos sabíamos que se refería a «Google Earth», entendemos que su inglés no es el mejor; pero al parecer tampoco su castellano, ya que, según él mismo: «Tomamos estas medidas en materia cambiaria para prevenir un AUTOSUICIDIO colectivo”; sobre estas medidas cambiarias, el país sigue sin enterarse, ya que se limitó a delegar, como siempre, en sus ministros el tema.
En 2hrs y 54min podemos resumir sus perspectivas económicas para este 2015 en las siguientes frases célebres: ¿El petróleo a 100$? «No volverá», y sobre las inversiones: «Dios proveerá».
Si estuviese en España, hubiese cerrado con: “Fin de la cita”.