Boda griega
Hay boda en Grecia. Y aunque sí se sabía quién era el novio (SYRIZA: 36,3% votos; 149 escaños), no estaba tan claro sobre quién sería la novia. Finalmente, será el partido de los Griegos Independientes, ANEL (4,7% votos; 13 escaños), quién dará la estabilidad necesaria a SYRIZA para la formación de gobierno estable.
Hay boda en Grecia. Y aunque sí se sabía quién era el novio (SYRIZA: 36,3% votos; 149 escaños), no estaba tan claro sobre quién sería la novia. Finalmente, será el partido de los Griegos Independientes, ANEL (4,7% votos; 13 escaños), quién dará la estabilidad necesaria a SYRIZA para la formación de gobierno estable.
Hay boda en Grecia. Y aunque sí se sabía quién era el novio (SYRIZA: 36,3% votos; 149 escaños), no estaba tan claro sobre quién sería la novia. Finalmente, será el partido de los Griegos Independientes, ANEL (4,7% votos; 13 escaños), quién dará la estabilidad necesaria a SYRIZA para la formación de gobierno estable.
Fue una boda rápida y casi un amor a primera vista. Todo quedó pactado en la primera reunión que Tsipras, líder de SYRIZA, mantuvo con el resto de partidos, sólo unas horas después de las elecciones del pasado domingo.
La mayoría de partidos con posibilidades de pactar habían jugado en plena campaña electoral a descartar, por activa y por pasiva, cualquier apoyo posible a SYRIZA. Las encuestas publicadas en campaña ofrecían un complicado puzle electoral donde varios partidos con posturas radicales ponían entredicho la gobernabilidad del país (mayoría absoluta: 151 escaños). Durante los últimos meses, muchos analistas políticos griegos apostaban por una alianza de SYRIZA con To Potami (6% votos; 17 escaños), un partido de centro liberal moderado en su discurso que había dado la sorpresa en las elecciones europeas de 2014 al obtener dos eurodiputados.
El partido de los Griegos Independientes (ANEL) es el que más acercamiento había mostrado en campaña a SYRIZA tal y como demostraba el anuncio electoral de su campaña donde, el líder del partido, Panos Kammenos, ayudaba a guiar un tren de juguete a un niño llamado Alexis. Este era un claro guiño a un posible apoyo de su partido al líder de SYRIZA, Alexis Tsipras.
La coalición SYRIZA-ANEL (149+13) refleja un matrimonio de extremos, aunque con ciertas similitudes como el odio compartido hacia el programa de rescate del FMI y la UE. Sin embargo, lo que más llama la atención son sus incompatibilidades, sobre todo respecto al peso de las fuerzas armadas y del orden, las relaciones con Turquía y Macedonia, y la visión totalmente antagónica respecto a la inmigración ilegal.
La convivencia de los próximos meses determinará el futuro de un matrimonio en el que se demuestra que los gustos de los novios no tienen por qué ser siempre los mismos. El éxito de este gobierno nos permitirá hablar de complementariedad de caracteres, mientras un fracaso se justificará en las diferencias irreconciliables entre cada uno de los partidos.
Mientras tanto, el resto de posibles novias permanecen a la espera, aunque con pocas opciones: To Potami, que ha descartado formar parte de cualquier gobierno con ANEL, los comunistas del KKE (5,5% votos; 15 escaños) confrontados frontalmente con SYRIZA en varias regiones, y PASOK (4,7% votos; 13 escaños), los cuales participaron en la firma de los dos rescates griegos lo que impide de facto cualquier posible alianza con SYRIZA. Mención aparte merece Aurora Dorada (6,3% votos; 17 escaños), partido filonazi con el cual se descarta de antemano cualquier posible alianza.
