España no es Grecia
Vamos por el buen camino, pasito a paso, en cuanto a términos económicos se refiere. El gran reto ahora es conseguir que el paro baje significativamente y se consolide la inversión.
Vamos por el buen camino, pasito a paso, en cuanto a términos económicos se refiere. El gran reto ahora es conseguir que el paro baje significativamente y se consolide la inversión.
¿Marca Grecia un nuevo tiempo para España? Para muchos ha resultado inevitable comparar la victoria de la coalición de izquierda radical Syriza con el caso español y el contexto que se presenta de múltiples citas electorales en los próximos meses. Pero, ¿es irresponsable e incierto asemejar la situación española con la griega? Desde luego que sí. España no es Grecia.
“Comienza la esperanza, termina el miedo, Syriza, Podemos, venceremos”… Para su partido paralelo en España, los resultados del país heleno suponen el fin de la campaña del miedo, cuyo triunfo espera capitalizar en nuestro país. Íñigo Errejón, el número dos del partido, asegura que “los griegos van a tener un gobierno griego por fin y no uno delegado de Angela Merkel”.
En épocas de crisis proliferan los radicalismos y la democracia se tambalea. En momentos desesperados, medidas desesperadas. Puede ser hasta entendible, pero nunca es la solución. No lo digo yo, lo dice la historia. Parece ser que las adversidades, lejos de fortalecernos, nos metamorfosean en seres más escépticos y crédulos ante los populismos más carroñeros que venden su demagogia más proterva.
España está saliendo de la crisis y se prevé que su situación mejore en 2015. Vamos por el buen camino, pasito a paso, en cuanto a términos económicos se refiere. El gran reto ahora es conseguir que el paro baje significativamente y se consolide la inversión. Pero esto no ocurrirá si los inversores perciben el auge de un partido radical como es Podemos.
España no es Grecia, pero quizá gracias a Syriza se ponga en evidencia el fracaso del populismo para el resto de Europa, ayudando a meditar a esa mayoría de españoles que, sin duda, es más moderada. Los extremismos no tienen cabida en la democracia. Que no nos engañen.