Yo siempre digo

Veo la foto de la señora que manda en Europa. «Siempre digo» que manda en Europa, gracias a Dios. Porque si en Europa, que es nuestra meta, porque llevamos más de 50 años construyéndola, no mandase una persona seria (he dicho seria), el logo europeo sería una jaula de grillos.

Comiendo ayer con un amigo, me dijo que le molesta mucho que personas de su edad -tiene 40 años- suelten la frase «yo siempre digo…» Luego me miró y me dijo: «con tus años, lo puedes decir, porque seguramente, en tu caso, lo de ´yo siempre digo…´ es verdad».

Aprovechando el permiso que me ha dado mi amigo, «yo siempre digo» que para negociar hay que ir con paz, con serenidad, sin urgencias. Sobre todo, si la urgencia es «del otro» y pretende aprovecharla para sacar partido de la negociación.

Lo he contado en algún sitio. Cuando empecé a trabajar, tuve un jefe excepcional. Me enseñó mucho, con sus palabras, con su acción, con su manera de ser. Un día alguien le llamó por teléfono. Le dije: «llama Fulano; dice que es urgente». Me contestó: «será urgente para él. Para mí, no. Dile que ya le llamaré.»

Veo la foto de la señora que manda en Europa. «Siempre digo» que manda en Europa, gracias a Dios. Porque si en Europa, que es nuestra meta, porque llevamos más de 50 años construyéndola, no mandase una persona seria (he dicho seria), el logo europeo sería una jaula de grillos.

Esta señora dice que, antes de negociar con el nuevo gobierno de Grecia, hay que esperar a que ellos definan su posición.

Tsipras y Varufakis viajan por Europa, cada uno por su lado, para acabar antes, tanteando y definiendo su posición.

Mientras tanto, la señora Merkel dice lo único que he oído con sentido común: «ya habrá tiempo».