Hay que fabricar el colchón
O sea, que, si es por la ropa, y por el aspecto, en su tierra no lo pasan mal. Quiero decir que comen, que se visten, que ven la tele. Esas cosas. Pero ellos quieren ser felices, como nosotros, que somos más felices que los franceses, los ingleses, los italianos
O sea, que, si es por la ropa, y por el aspecto, en su tierra no lo pasan mal. Quiero decir que comen, que se visten, que ven la tele. Esas cosas. Pero ellos quieren ser felices, como nosotros, que somos más felices que los franceses, los ingleses, los italianos
Ellos lo han leído: la mayoría de los españoles nos consideramos felices. Estos dos chavales han saltado la valla y se han colado en España. Y hala, ¡a ser felices! Los dos, majos, con buena pinta, corren hacia la felicidad. No van andrajosos. Van, más o menos, normales.
O sea, que, si es por la ropa, y por el aspecto, en su tierra no lo pasan mal. Quiero decir que comen, que se visten, que ven la tele. Esas cosas.
Pero ellos quieren ser felices, como nosotros, que somos más felices que los franceses, los ingleses, los italianos…
Dicen que debe ser por nuestro “colchón de relaciones sociales”. Como cada día somos más sofisticados en dar nombre a las cosas, llamamos colchón a lo que antes se llamaba “la familia y los amigos”.
En Marruecos, estos chavales que salen en la foto no deben tener colchón. Se han enterado de que aquí, hay colchón. Se lanzan corriendo a por él. Y sonríen.
Alguien tendrá que decirles que el colchón se fabrica. Que la familia funciona si todos se quieren y si todos viven diariamente mil detalles de cariño. Y que eso exige esfuerzo, porque, a veces, no tienes un día fino, y ese día, también tienes que echarle gracia. Y que pasa lo mismo con los amigos.
Es posible que estos chicos piensen que el colchón es algo automático y que no sepan que hay que “fabricarlo”. Pero les veo esas caras de felicidad y pienso que lo fabricarán pronto. Mientras tanto, si siguen con esa sonrisa, nos darán más felicidad a nosotros y, en una de estas, alcanzamos a los finlandeses, que son los más felices.
Nosotros, además, tenemos la ventaja de que aquí, salvo alguna ola de frío, hace mejor tiempo.