Hipocresi?a econo?mica

Salirse del guio?n no ha sentado bien entre los dirigentes europeos, de manera que en la mayori?a de ellos la u?nica respuesta que han encontrado es un “NO” rotundo: o lo hacen como quiere Europa, o Grecia tendra? problemas.

Desde que Syriza gano? las u?ltimas elecciones griegas, su li?der Alexis Tsipras y su Ministro de Finanzas, el famoso Varoufakis, no han dejado de intentar explicar y convencer a sus socios europeos de que las condiciones de austeridad impuestas por la Troika para pagar su deuda resultan demoledoras para sus habitantes e ineficaces en cuanto a su objetivo. Asi? lo han comprobado en los an?os que han pasado desde su rescate, en los que su poblacio?n se ha empobrecido a medida que su deuda no ha parado de crecer.

Ante este panorama, el gobierno griego ha planteado la necesidad de explorar otras vi?as, pues el camino elegido por Europa no esta? dando resultado. Pero salirse del guio?n no ha sentado bien entre los dirigentes europeos, de manera que en la mayori?a de ellos la u?nica respuesta que han encontrado es un “NO” rotundo: o lo hacen como quiere Europa, o Grecia tendra? problemas.

Sorprende la actitud de Espan?a, que se ha alineado con los detractores ma?s ace?rrimos, con la demago?gica e irreal excusa de que los griegos nos deben 26.000 millones de euros. Y sorprende su actitud porque recientemente han salido datos de Espan?a que aseguran que la deuda pu?blica espan?ola bate re?cords y alcanza los 1.03 billones de euros, el 7% ma?s que el an?o anterior. Espan?a le dice a Grecia que cumpla con lo que le dice Europa, au?n comprobando que lo que dice Europa nos esta? haciendo aumentar nuestra propia deuda, y por tanto incumplir nuestros compromisos. Espan?a, la de la “recuperacio?n econo?mica”, dice que cumplira? sus compromisos, que pagara? su deuda, a pesar de que e?sta aumenta cada an?o. Grecia, la del “desastre econo?mico”, dice que es imposible por ese camino pagar la deuda, pues cada an?o aumenta, y que es necesario explorar otras vi?as. Europa apoya a Espan?a y da la espalda a Grecia. Esto nos deja una moraleja clara: lo importante no es pagar la deuda, sino decir que vas a pagar la deuda. La hipocresi?a econo?mica que sostiene el tinglado de los poderosos.