La intriga del soldado
Es una mirada de pérdida, de la construcción de un mundo anverso, nada cotidiano, donde las órdenes son los alicientes de una realidad reducida a un disparo y a la lucha ¿de qué?
Es una mirada de pérdida, de la construcción de un mundo anverso, nada cotidiano, donde las órdenes son los alicientes de una realidad reducida a un disparo y a la lucha ¿de qué?
No sé si la foto es arreglada o es que así mira ese soldado ucraniano, luego de escapar de Debáltsevo, una ciudad del óblast de Donetsk, en Ucrania. Intriga esta fotografía de Gleb Garanic, porque el fusil yace a su costado, pero al fondo está otro soldado en la misma posición con su fusil en el pecho. Entonces creo que no es arreglada, pues la mirada del soldado es la que vale, la que informa esa retirada de tropas.
Siempre me he preguntado qué piensan los soldados luego de la batalla. Qué hacen, qué lloran verdaderamente. Todo lo hemos visto y lo hemos supuesto de las películas, de los libros de guerra, de las crónicas periodísticas, de algún video real. Pero la cuestión es ir al interior del soldado y saber su gallardía, sea del bando que sea.
No es una mirada perdida, ni una mirada de resignación. Es una mirada de pérdida, de la construcción de un mundo anverso, nada cotidiano, donde las órdenes son los alicientes de una realidad reducida a un disparo y a la lucha… ¿de qué?
El protagonista de esta foto es Gleb Garanic. Él ha fotografiado la intriga, él ha tenido la indiferencia de fotografiar esa escena que será una más entre las miles de Debáltsevo. Y mañana será olvidada.