Llamando a parar
¿Por qué querría el régimen castrista detener a cualquiera que pase por la calle arriesgándose a alienar a toda la población y así su base de apoyo ciudadano? No parece tener mucho sentido.
¿Por qué querría el régimen castrista detener a cualquiera que pase por la calle arriesgándose a alienar a toda la población y así su base de apoyo ciudadano? No parece tener mucho sentido.
Grupos opositores cubanos denuncian que la policía política del estado ha detenido a 492 personas en el mes de febrero por supuestas actividades subversivas, aunque estos grupos señalan que las detenciones son “arbitrarias”. Curioso adjetivo este, que revela a su vez la arbitrariedad del aserto. ¿Por qué querría el régimen castrista detener a cualquiera que pase por la calle arriesgándose a alienar a toda la población y así su base de apoyo ciudadano? No parece tener mucho sentido.
Lo que sí tiene más sentido es que el régimen esté siguiendo la senda china hacia la apertura, más que la senda soviética. Los hermanos Castro lo que no son es tontos. Saben lo que una apertura desordenada, con libertad urbi et orbi, provocó en la Unión Soviética por el insensato Gorbachov. Sin embargo tienen el ejemplo de China y Vietnam, dos países comunistas que han llevado a cabo una exitosa apertura y transición a la economía de mercado manteniendo la dictadura del comité central de los respectivos partidos comunistas, es decir, sin dejar de fortalecer las estructuras estatales, sin dejar al albur de la democratización, con sus dosis anarquizantes, la soberanía del estado.
La perspectiva ética, de los sufrimientos que se puedan acarrear a los individuos opositores (que no negamos), se opone frontalmente a la perspectiva política de previsión de unos posibles desórdenes y agravamiento económico-social acaecidos en el espacio post-soviético durante los años 90, que a su vez produjeron enormes problemas de tipo ético. La situación socioeconómica ya era mala en Cuba, pero podría ser mucho peor.
A estas alturas de la fiesta, quizás Raúl Castro sepa ya que la llamada “lucha de clases” tiene más que ver con la “lucha de estados”, y que al igual que su régimen fue y es soportado por terceros estados (URSS, China, Venezuela), también lo está la oposición (EEUU, ¿España?).