Superación

Demasiados conflictos bélicos, demasiada sangre derramada, innumerables caídos en incontables campos de batalla, demasiadas taras físicas y mentales como para poder o querer recordar…

Los conflictos bélicos acontecidos a lo largo de los últimos siglos en el mundo han sido muy numerosos, como cuantiosas las bajas humanas que estas cruentas guerras han causado. Millones de personas han muerto en combate. Otros muchos nunca pudieron regresar.

Los más afortunados sí volvieron para contarlo. Mucho de lo que pudieron contar, lo callaron. Prefirieron olvidar para siempre esos recuerdos. Entre los supervivientes se encuentran algunos miembros del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos (United States Marine Corps).

Este Cuerpo tiene sus raíces institucionales en los Continental Marines de la Guerra de la Independencia. El diez de noviembre de 1775 se crearon los dos primeros batallones de Marines y desde esa fecha hasta la actualidad han participado en las principales contiendas internacionales: En la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, la Guerra anglo-estadounidense de 1812, las Guerras hispano-estadounidense, las dos Grandes Guerras, etc.

Demasiados conflictos bélicos, demasiada sangre derramada, innumerables caídos en incontables campos de batalla, demasiadas taras físicas y mentales como para poder o querer recordar…

Sin embargo, tras la gigantesca penumbra de sangre, dolor, mucho dolor, y no pocas lágrimas derramadas por la sinrazón de todas las guerras, aún podemos ver destellos de luz. Hay esperanzas por olvidar odios y rencores del pasado, para poder recordar y seguir viviendo.

La nueva esperanza del siglo XXI la encontramos, por ejemplo, con un evento deportivo organizado, precisamente, por el Cuerpo de Marines americanos. Se trata de los Juegos Paralímpicos para soldados heridos en batalla: Los Marine Corps Trial.

Bajo un lema común, “listos para la batalla deportiva”, varios países (Alemania, Australia, Colombia, Francia, Georgia, Países Bajos, Nueva Zelanda y Reino Unido) intentarán, un año más, cerrar las heridas del pasado.

Este debe ser el único campo de batalla posible. La reconciliación, en definitiva, significa también superación. ¡Bravo, marines!