Huir de la educación
En Siria o Irak son hasta 14 millones, acá en Piura más de 500 mil. Pero es la misma sensación de dureza y vacío, a pesar de que las autoridades pidan sacrificio o compromiso ante las adversidades.
En Siria o Irak son hasta 14 millones, acá en Piura más de 500 mil. Pero es la misma sensación de dureza y vacío, a pesar de que las autoridades pidan sacrificio o compromiso ante las adversidades.
En las últimas semanas he cubierto algunos temas de Educación. A pesar de que hay grandes colegios particulares donde los alumnos no sufren las condiciones del frío o el bochorno, mucha gente ni se inmuta cuando escucha o lee que hay estudiantes que todavía no tienen las condiciones necesarias para sus clases, como pasa en Siria o Irak: puntos donde los conflictos son la principal amenaza a la educación.
Pero en la Región donde intento hacer Periodismo, el 20% de las más de 4856 escuelas públicas tienen problemas en infraestructura, limpieza o servicios básicos. Esta es la realidad de más de 970 sedes. En dos de ellos, por ejemplo, no hay un local definido y se encuentran en asentamientos humanos a la inclemencia del sol y con aulas prefabricadas.
Es como huir de la educación. En Siria o Irak son hasta 14 millones, acá en Piura más de 500 mil. Pero es la misma sensación de dureza y vacío, a pesar de que las autoridades pidan “sacrificio” o compromiso ante las adversidades. Hoy, por ejemplo, un grupo de ochenta maestros protestaban porque las nuevas instalaciones de sus 1150 alumnas solo tienen nueve inodoros [aseos o baños].
A veces lo periodístico se queda corto cuando chocas con casos así o lo toleras, pues sabes que hay situaciones más dramáticas donde ni siquiera hay escuelas o un pan para el desayuno. La vida es ingrata e injusta, al parecer, pero para eso está el Periodismo: hacer conocer las cosas de la manera más sencilla y real, pero sin soltar alguna lágrima, escuchando a todos.