THE OBJECTIVE
Alejandro Cao de Benos

Uno contra cien

Corea del Norte está lista para la paz y para la guerra. Deseando siempre la primera, pero con dignidad e igualdad de trato. Nunca arrodillándose para mendigarla. Hoy como cada 2 meses, los Estados Unidos despliegan su abanico armamentístico en la frontera entre Norte Y Sur para desarrollar las maniobras militares ‘Key Resolve’ y ‘Foal Eagle’.

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Uno contra cien

Corea del Norte está lista para la paz y para la guerra. Deseando siempre la primera, pero con dignidad e igualdad de trato. Nunca arrodillándose para mendigarla. Hoy como cada 2 meses, los Estados Unidos despliegan su abanico armamentístico en la frontera entre Norte Y Sur para desarrollar las maniobras militares ‘Key Resolve’ y ‘Foal Eagle’.

¡IL TAN BAEK! Este es el lema de los soldados del Ejército Popular de Corea, listos para defender la soberanía nacional.

Corea del Norte está lista para la paz y para la guerra. Deseando siempre la primera, pero con dignidad e igualdad de trato. Nunca arrodillándose para mendigarla.

Hoy como cada 2 meses, los Estados Unidos despliegan su abanico armamentístico en la frontera entre Norte Y Sur para desarrollar las maniobras militares ‘Key Resolve’ y ‘Foal Eagle’, consistentes en un simulacro de invasión de la RPD de Corea. Todo esto en medio del clima de tensión de la Guerra, que permanece abierta desde el 1950 y que los norteamericanos se niegan a dar por finalizada.

Los sinvergüenzas que controlan la Casa Blanca hablan escandalizados ante la prensa de una ‘amenaza’, porque Corea del Norte ha lanzado 7 misiles en su propio territorio. Los coreanos son dueños de su nación y organizarán los fuegos artificiales que les plazca. Especialmente para recordarle al imperio que aunque ocuparon la parte Sur no se les permitirá tomar ni un centímetro del Norte.

La violencia racial, la miseria y delincuencia de cualquier calle norteamericana en cuanto se pone el sol, los tiroteos en el instituto, la paranoia del apocalipsis ‘zombie’,  son sólo algunos de los males menores con los que debe convivir esa unión creada por forajidos, que arrebataron a los indios nativos sus tierras, su cultura y espiritualidad.

Sólo un misil hace falta para que los Estados Unidos se hundan. El resto lo harán ellos solitos, montando trincheras en cada una de sus casas y usando los 300 millones de armas de fuego privadas que conservan bajo las almohadas y en cada una de sus cajoneras. En las ciudades-supermercado ya se escucha: ‘Pimpampum, todos a por la última lata de atún’.

Y es que como se enseña en las escuelas de la República: La fortaleza ideológica y la unión del pueblo tienen más poder que cualquier bomba atómica. 

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