Morbo disfrazado de información
Es la noticia de la semana. El accidente abre todos los telediarios, ocupa cualquier portada y es el tema de conversación de casi todos. Como periodista, pero también como ciudadana, tengo ganas de saber qué ha pasado.
Es la noticia de la semana. El accidente abre todos los telediarios, ocupa cualquier portada y es el tema de conversación de casi todos. Como periodista, pero también como ciudadana, tengo ganas de saber qué ha pasado.
Es la noticia de la semana. El accidente abre todos los telediarios, ocupa cualquier portada y es el tema de conversación de casi todos. Como periodista, pero también como ciudadana, tengo ganas de saber qué ha pasado.
Brice Robin, el fiscal de la República en Marsella, tuvo una actuación brillante. Informó primero a los familiares y después convocó una rueda de prensa con preguntas (cosa a la que en España no estamos acostumbrados).
Pero yo, desde el primer día, he echado de menos el RESPETO. Sí, es obvio que hay que informar, mostrar imágenes, preguntar, investigar, etc. Pero no todo es información. No todo vale. Dos días después de la tragedia era raro el periódico que no llevaba «historias» de las víctimas. Eso, señores, no es información. Es morbo disfrazado. Las personas que cogieron ese fatídico vuelo no tienen porque salir fotografiadas en un diario, con las fotos que alguien ha decidido. Las víctimas de ese trágico accidente tenían vidas personales y privadas, que sin su permiso han sido contadas.
Mención aparte merece el asunto del copiloto. Los medios de comunicación tardaron poco en mostrar la fotografía que él tenía en su perfil de Facebook. ¿Era necesario?
Nadie puede cambiar el billete de esas personas. Ahora ya es tarde. Lo único que podemos hacer es tratar con respeto a todas las personas que están viviendo está terrible pesadilla.