Papa Francisco: Valentía y humildad
Jorge Mario Bergoglio ha vuelto a acercar a la Iglesia a muchos de los que estaban alejándose de ella e incluso a los que no se habían acercado nunca a esta comunidad.
Jorge Mario Bergoglio ha vuelto a acercar a la Iglesia a muchos de los que estaban alejándose de ella e incluso a los que no se habían acercado nunca a esta comunidad.
Han pasado ya dos años desde la renuncia de Benedicto XVI y posterior elección de Francisco, actual Papa de la Iglesia católica.
Por encima de cualquier otra cuestión o hito destacado en el papado de Francisco, es muy destacable la gran virtud de Su Santidad: Jorge Mario Bergoglio ha vuelto a acercar a la Iglesia a muchos de los que estaban alejándose de ella e incluso a los que no se habían acercado nunca a esta comunidad universal de creyentes.
Este hecho destacado y destacable conseguido por el Papa Francisco en lo que lleva de pontificado ha sido posible por varias razones. Quizá, la razón principal responda a su particular modo de hacer y de ser. Desde el inicio de ser proclamado Sumo pontífice, se ha mostrado muy sensible para intentar acercarse a los más necesitados y, al mismo tiempo, actualizando el mensaje de la propia Iglesia a los tiempos y necesidades actuales, todo ello, por supuesto, sin perder de vista los principios y valores del Evangelio y de la propia tradición.
Igual que las sociedades actuales reclaman de sus representantes políticos principios y valores basados en la responsabilidad, transparencia y buen gobierno, también estos gestos de ejemplaridad sirven para acercar o alejar a fieles o nuevos creyentes.
El Papa Francisco, nada más iniciarse de Siervo de los siervos de Dios dijo: “¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!” Del mismo modo, aseveró: “El dinero debe servir, no gobernar”.
A partir de esta declaración de intenciones comenzó a trabajar por, entre otras cosas, erradicar la corrupción y acabar con la opacidad de las cuentas del propio banco de la Iglesia, así como perseguir cualquier delito cometido en el seno de aquella.
Está claro que el Papa Francisco es el líder y el referente que muchos buscan en la sociedad. Católicos y no católicos alaban su ejemplo, destacan su valentía y su humildad.