El honesto Obama de Raúl

No tengo dudas en reconocer que Obama ha sido un atrevido dentro del conservadurismo anticastrista que penetró la política internacional estadounidense, permitiendo hacer un cambio hacia acciones que parecieran menos injustas, pero eso no lo hace “honesto” per se.

Comprendo la necesidad imperiosa del gobierno cubano de superar el bloqueo y darle una nueva oportunidad a su pueblo, que dignamente ha resistido tan inhumano y miserable ataque por parte de la potencia económica y militar más poderosa del mundo hasta hace poco.

Tampoco tengo duda del giro que se ha dado por parte de la política cubana después del VI Congreso del Partido Comunista Cubano, donde se anticipaban importantes giros para la modernización y adaptación de sus políticas económicas.

También es comprensible que dado el cambio de escenario producto de la crisis del precio del petroleo, la alianza estratégica con Venezuela no se siga viendo como la fuente principal de apoyo para la subsistencia de la isla.

Pero de ahí, a basar su destino sobre la “honestidad” de quien gano el Premio Nobel de La Paz y a los meses invadió Afganistan, no ha podido deshacer a Guantánamo: principal antro de violación de derechos humanos del mundo y de quien por mero formalismo o no, declara a Venezuela una amenaza para su país, en verdad no sólo sorprende, sino que agiganta aún más el giro pragmático de la política internacional cubana.

No tengo dudas en reconocer que Obama ha sido un atrevido dentro del conservadurismo anticastrista que penetró la política internacional estadounidense, permitiendo hacer un cambio hacia acciones que parecieran menos injustas, pero eso no lo hace “honesto” per se.

El honesto Obama de Raúl, solo se puede ver desde la ventana del gobierno de Cuba, pero hoy la mayoría de los países del mundo siguen repudiando la política injerencias de los gobiernos de estadounidenses incluyendo a Obama, y eso es difícil de obviar.