Petkoff: El coraje, la virtud que sostiene a las demás virtud
Hugo Chávez, y el chavismo al remolque, siempre le tuvo a Teodoro una profunda antipatía, pero también, muy en el fondo, y salvo excepciones, supieron respetarlo.
Hugo Chávez, y el chavismo al remolque, siempre le tuvo a Teodoro una profunda antipatía, pero también, muy en el fondo, y salvo excepciones, supieron respetarlo.
El País, de Madrid, el mejor diario escrito en castellano en el mundo, ha otorgado su Premio “Ortega y Gasset” de este año a Teodoro Petkoff. Un dirigente político con una participación orgánica en la segunda mitad del siglo XX venezolano, intelectual que en los últimos años se dedicó al activismo civil y a la edición periodística, a través del rotativo Tal Cual.
Con la distinción, se le otorga una merecida dimensión continental, con carácter de reconocimiento, a quien es uno de los más respetados voceros del progresismo democrático venezolano. Una distinción a a su coraje cívico y su postura en la defensa de la libertad de expresión en el convulso y cada vez más restrictivo panorama político venezolano.
No podrá ir a recibirlo personalmente, porque, a sus 83 años de edad, tiene que afrontar dos demandas judiciales de carácter personal que le ha endosado Diosdado Cabello, y que, entre otras cosas, le impiden salir del país.
Fértil intelectual, ya con una apreciable obra personal escrita, con el paso del tiempo Petkoff pasó de ser una figura conocida de la izquierda venezolana, con un pasado insurreccional y dos candidaturas presidenciales, a una importante voz del debate público, con carácter rector, de aquello que los cronistas de política de los años 80 denominaban “el país nacional”. Incluso con sus raciones de polémica y su colección de antipatías.
Con la edición de Tal Cual, Petkoff, un libertario en toda la regla, dio continuidad a su vida pública protagonizando una interesante mutación como hombre vinculado a la información y el cuestionamiento. Lo labrado en estos 15 años con Tal Cual constituye el leit motiv de esta entrega del ”Ortega y Gasset” de 2015.
Hugo Chávez, y el chavismo al remolque, siempre le tuvo a Teodoro una profunda antipatía, pero también, muy en el fondo, y salvo excepciones, supieron respetarlo. Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, en cambio, se han dedicado con método a intentar destruir a Tal Cual en estos años de decadencia.
Sin embargo, sus posiciones íntegras, sus acertados análisis y su brillo intelectual, le han ido abriendo a Teodoro un interesante arco de simpatías en círculos periodísticos, políticos y de pensamiento humanístico en América Latina. Hace poco, el diario bogotano El Tiempo publicó un interesante perfil sobre su historia personal. “El coraje”, ha dicho el mismo alguna vez, “es la virtud que sostiene a las demás virtudes”.