Depilación satánica iraní
¿Existe realmente un movimiento punk iraní? ¿Es posible que la negra flor londinense haya renacido en el corazón de la Revolución Islámica y que, oh milagro, ya no pugne por el no future-destroy sino por el fino arreglo y ornamento del vello corporal masculino?
¿Existe realmente un movimiento punk iraní? ¿Es posible que la negra flor londinense haya renacido en el corazón de la Revolución Islámica y que, oh milagro, ya no pugne por el no future-destroy sino por el fino arreglo y ornamento del vello corporal masculino?
Las autoridades iraníes, con su habitual mezcla de soltura creativa y buen rollo civil, se han lanzado a una cruzada contra las “sectas satánicas” consistente en prohibir los peinados en punta, los tatuajes y la depilación masculina. Uno se cuece en su sofá, asaltado por las dudas visionarias. Hay demasiadas preguntas.
- ¿Constituyen los futbolistas de Primera División una especie de cuerpo de élite de las legiones de Lucifer? Porque si el criterio para distinguir a los militantes satánicos son los tatuajes, las cejas perfiladitas y los peinados Goku, entonces el Bernabéu y el Nou Camp son auténticos cráteres del Inframundo.
- ¿Existe realmente un movimiento punk iraní? ¿Es posible que la negra flor londinense haya renacido en el corazón de la Revolución Islámica y que, oh milagro, ya no pugne por el “no future-destroy” sino por el fino arreglo y ornamento del vello corporal masculino?
- ¿Qué fuman esos clérigos iraníes? Porque yo quiero un poco.
- ¿Veremos a peluqueros ajusticiados en nombre del Profeta? ¿Habrá una fatwa contra las lacas moldeadoras, las espumas y gominas, los sprays fijadores? ¿Veremos rugientes multitudes coránicas quemando fotos de Pitingo?
- ¿Puede haber algo más divertido en esta vida que ser una “autoridad iraní”? Uno se recuesta a la sombra de su minarete, en la espléndida primavera persa, probando los primeros albaricoques y ordenando torturar a algún sedicioso. El ajedrez y la rosa, el laberinto de los amantes, Rumi y Attar, el álgebra mística del Altísimo, las acequias divinas.
- ¿Qué tienen que decir los Imanes sobre la depilación femenina? ¿Hay matices demoníacos en la opción brasileña?
- En el caso de que el asunto acabe (como debería) en un previsible baño de sangre a lo Charlie Hebdo, ¿veremos a los mandatarios europeos, esos amantes de las libertades, tatuándose heroicamente el logotipo de L’Oreal o de Fructis de Garnier en el culo, y depilándose las cejas en sede parlamentaria, previa lectura de algún manifiesto por parte de mamá Bardem?