CSI y el culto a La Ciencia
La cadena estadounidense de televisión, CBS, anuncia que su franquicia televisiva CSI terminará este año tras 15 temporadas y dos o tres derivados más o menos afortunados.
La cadena estadounidense de televisión, CBS, anuncia que su franquicia televisiva CSI terminará este año tras 15 temporadas y dos o tres derivados más o menos afortunados.
La cadena estadounidense de televisión, CBS, anuncia que su franquicia televisiva “CSI” terminará este año tras 15 temporadas y dos o tres derivados más o menos afortunados. Aducen una bajada significativa de la audiencia. Es de suponer que dicha audiencia, tras 15 años de infalibilidad papal, se haya dado cuenta de que, al contrario de lo que nos deja entrever la serie, la realidad es que pocos son los casos de asesinato resueltos satisfactoriamente.
En su libro “Homicidio”, el periodista y creador de la serie “The Wire”, David Simon, pone en boca de policías reales de homicidios de la ciudad de Baltimore amargas críticas contra la nociva influencia que CSI ha ejercido sobre la población. La mayoría de los jurados populares exigen pruebas científicas a lo CSI para la resolución de asesinatos.
Pero lo cierto es que nada es ni tan remotamente ideal como lo que se muestra en la serie de la CBS. “La Ciencia” no es capaz de resolverlo todo, sencillamente porque no agota la realidad. En primer lugar no se puede hablar de “la Ciencia” en singular, sino más bien en plural. Hay ciencias diferentes, irreductibles entre sí, que acotan un campo de términos pero cuyas operaciones no son intercambiables. El hecho de que en CSI aparezcan químicos, físicos, biólogos y demás, juntos en un laboratorio no quiere decir que esas ciencias estén unificadas, sino que el investigador policial hace uso de ellas en un momento dado del proceso de investigación de un crimen. Pero la criminología, toda vez que el sujeto gnoseológico forma parte de los términos de su propio campo, no puede cerrar sus operaciones de la misma manera que cierra la operación sumar (2+2=4) en matemáticas, y siempre tendrá que remitirse a operaciones humanas.
CSI ha venido, en cierto modo, a ahondar aún más en el mito de la ciencia unificada.